Marcos 3:35 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁵ Porque, en verdad, cualquiera que obedece a Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ Todo el que hace la voluntad de Dios es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y hermana, y madre.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ El que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁵ Porque todo aquel que hiciere la voluntad de Dios, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

Marcos 3:35 Referencias Cruzadas

Mateo 7:21

»No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entrarán en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada deben obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo.

Juan 7:17

Si alguien quiere obedecer a Dios, podrá saber si yo enseño lo que Dios ordena, o si hablo por mi propia cuenta.

Efesios 6:6

Esto deben hacerlo en todo momento, y no solo cuando sus amos los estén viendo. Ustedes son esclavos de Cristo, así que deben hacer con alegría y entusiasmo lo que Dios quiere que hagan, como si lo hicieran para el Señor y no solo para sus amos.

Hebreos 10:36

Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido.

Santiago 1:25

Por el contrario, si ustedes ponen toda su atención en la palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices en todo lo que hagan. Porque la palabra de Dios es perfecta y los libera del pecado.

1 Pedro 4:2

Eso demostrará que han dejado de seguir sus malos deseos, y que dedicarán el resto de su vida a hacer lo que Dios quiere.

1 Juan 2:17

Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.