le tapaban los ojos, le pegaban, y luego le decían: «¡Profeta, adivina quién te pegó!»
y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?
Le vendaron los ojos y le decían: «¡Profetízanos! ¿Quién te golpeó esta vez?».
Le cubrieron la cara, y después le preguntaban: 'Adivina quién te pegó.
y después de vendarlo, le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?
Le tapaban la cara y le preguntaban: 'Haz de profeta: ¿quién es el que te ha pegado?'.