Jueces 9:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁶ En cierta ocasión, Gáal hijo de Ébed pasó por Siquem con sus hermanos y se ganó la confianza de los de esa ciudad,

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁶ Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos y se pasaron a Siquem, y los de Siquem pusieron en él su confianza.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁶ Un día Gaal, hijo de Ebed, se mudó a Siquem con sus hermanos y se ganó la confianza de los ciudadanos prominentes de Siquem.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁶ Llegó entonces Gaal, hijo de Obed, con sus hermanos. Se establecieron en Siquem y se ganaron la confianza de la gente de Siquem.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁶ Llegó entonces Gaal ben Ebed, con sus hermanos y pasaron a Siquem, y los vecinos de Siquem pusieron su confianza en él.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁶ Por aquel entonces, llegó Gaal, hijo de Ébed, con sus hermanos y, al pasar por Siquén, se ganó la confianza de los principales de Siquén.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁶ Y Gaal, hijo de Ebed, vino con sus hermanos, y se pasaron a Siquem; y los de Siquem pusieron su confianza en él.

Jueces 9:26 Referencias Cruzadas

Génesis 13:8

por lo que Abram le dijo a Lot: «Tú y yo no debemos pelearnos, ni tampoco mis pastores y tus pastores, pues somos parientes.

Génesis 19:7

Allí afuera les dijo: —Amigos míos, ¡no hagan algo tan malo!

Jueces 9:25

Algunos de Siquem se escondieron en las montañas, dedicándose a robar a todos los que pasaban por allí. Y Abimélec se enteró de esto.

Jueces 9:27

los cuales salieron al campo y recogieron uvas para hacer vino. Hicieron una gran fiesta, donde además de maldecir a Abimélec, comieron y bebieron en el templo de su dios.

Jueces 9:28

Y Gáal dijo: «¿Quién se cree Abimélec? ¿Por qué los de Siquem tenemos que ser sus esclavos? Se cree mucho por ser hijo de Gedeón, pero la verdad es que tanto Gedeón como Zebul fueron simples ayudantes de Hamor, el verdadero jefe de Siquem. ¡Así que nosotros serviremos a Hamor, pero no a Abimélec!

Jueces 9:30

Cuando Zebul, gobernador de la ciudad, oyó lo que decía Gáal, se enojó mucho.