Pero Dios perdonará los pecados de los habitantes de Jerusalén. Ninguno de ellos volverá a decir: “Siento que me muero”».
No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.
El pueblo de Israel ya no dirá: «Estamos enfermos e indefensos», porque el Señor perdonará sus pecados.
y no hubo aquel día quién dijera: 'Estoy enfermo'. Al pueblo que allí vive, se le ha perdonado su deuda.
Y ningún habitante° dirá: Estoy enfermo; Pues al pueblo que allí habita le habrá sido perdonada su culpa.
Ningún habitante dirá: 'Estoy enfermo'; al pueblo que allí habita le ha sido perdonado el pecado.