Mientras tanto, Pedro seguía llamando a la puerta. Cuando finalmente le abrieron, todos se quedaron sorprendidos de verlo allí.
Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.
Mientras tanto, Pedro seguía tocando. Cuando por fin abrieron la puerta y lo vieron, quedaron asombrados.
Pedro seguía llamando. Cuando abrieron y vieron que era él, se quedaron sin palabras.
Pero Pedro continuaba llamando. Y cuando abrieron, lo vieron, y se asombraron.
Pedro, entre tanto, seguía llamando. Por fin abrieron y, al verlo, se maravillaron.