Hebreos 11:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁸ Abraham confió en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera de su tierra para ir al país que le daría, aun cuando no sabía hacia dónde iba.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁸ Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Por la fe Abrahán, llamado por Dios, obedeció la orden de salir para un país que recibiría en herencia, y partió sin saber adónde iba.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ Por fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que iba recibir por herencia, y salió sin saber a dónde iba.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ Por la fe Abrahán obedeció cuando se le llamó para ir a un lugar que iba a recibir en herencia, y salió sin saber adónde iba.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁸ Por fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por herencia; y salió sin saber a dónde iba.

Hebreos 11:8 Referencias Cruzadas

Génesis 11:31

Térah salió de Ur de los caldeos y se dirigió a la tierra de Canaán, pero al llegar a Harán se quedó a vivir allí, junto con su hijo Abram, su nieto Lot y su nuera Sarai.

Génesis 12:7

Allí Dios se le apareció y le dijo: «Toda esta región se la daré a tus descendientes». Como Dios se le apareció allí, Abram le construyó un altar.

Génesis 15:5

Luego lo llevó afuera y le dijo: —Mira el cielo y sus muchas estrellas. ¿Verdad que no puedes contarlas? ¡Pues tampoco será posible contar a tus descendientes!

Génesis 20:13

Cuando Dios me pidió abandonar mi tierra, yo le pedí que a dondequiera que fuéramos, dijera que era mi hermana.

Isaías 41:2

»Yo soy el Dios de Israel; yo hice venir del este al victorioso rey Ciro. Conforme avanza su ejército yo humillo a los reyes, y le entrego sus naciones. Con sus armas en la mano, Ciro los ha borrado del mapa como a un puñado de polvo.

Isaías 51:2

Miren el ejemplo que ellos les han dejado. Cuando yo llamé a Abraham, él era solo uno, pero lo bendije y le di muchos hijos.

Ezequiel 36:24

”Yo los libraré de todas esas naciones; los reuniré y los llevaré a su tierra.

Números 10:30

Pero Hobab le contestó: —No, gracias. Prefiero regresar a la región en donde viven mis parientes.

Mateo 2:21

José, María y el niño regresaron a Israel.

Romanos 1:5

Jesús me demostró su amor y me eligió para que le sirva como apóstol, pues quiere que todo el mundo lo obedezca y crea en él.

Romanos 10:16

Sin embargo, no todos han aceptado estas buenas noticias. Como dijo el profeta Isaías: «Señor, ¡nadie ha creído a nuestro mensaje!»

Romanos 6:17

Antes, ustedes eran esclavos del pecado. Pero gracias a Dios que obedecieron de todo corazón la enseñanza que se les dio.

2 Corintios 10:5

y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo.

Hebreos 11:33

Ellos confiaron en Dios, y por eso conquistaron países; y como actuaron con justicia, recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron la boca de leones y

Hebreos 5:9

Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó, se convirtió en el salvador que da vida eterna a todos los que lo obedecen.

Josué 24:3

Desde ese país conduje a Abraham por toda la tierra de Canaán, le di un hijo que se llamó Isaac, y de él nació una familia numerosa.

1 Pedro 1:22

Ahora ustedes obedecen el verdadero mensaje de Dios, y Dios los ha limpiado de todo pecado para que se amen unos a otros sinceramente, como hermanos. Así que, ámense mucho unos a otros, con todo su corazón y con todas sus fuerzas.

1 Pedro 3:1

Ustedes, las esposas, deben obedecer a sus esposos en todo. De esa manera, si ellos no creen en el mensaje de la buena noticia, el comportamiento de ustedes podrá convencerlos,

1 Pedro 4:17

Ha llegado ya el momento de que Dios juzgue a todos, y de que empiece por juzgar a su propio pueblo. Y si empieza por nosotros y nos hace sufrir así, ¡imagínense lo que les espera a los que no obedecen la palabra de Dios!