Si vivo, quiero hacerlo para servir a Cristo, pero si muero, salgo ganando.
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor.
Cristo es mi vida, y de la misma muerte saco provecho.
Porque para mí el vivir es el Mesías, y el morir es ganancia.
Pues para mí, la vida es Cristo y la muerte una ganancia.