Ester no decía de qué pueblo ni de qué raza era ella, porque Mardoqueo le había pedido que no se lo dijera a nadie.
Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.
Ester no le había revelado a nadie su nacionalidad ni su trasfondo familiar porque Mardoqueo le había ordenado que no lo hiciera.
Ester no había dicho a nadie cuál era su pueblo, quiénes eran sus padres, porque Mardoqueo se lo había prohibido.
Ester no declaró cuál era su pueblo ni su linaje, porque Mardoqueo le había ordenado que no lo declarara.
Ester no había revelado ni su pueblo ni su origen, porque así se lo había ordenado Mardoqueo.