Juan 3:35 - Biblia Torres Amat 1825

³⁵ El Padre ama al Hijo, y ha puesto todas las cosas en su mano.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ El Padre ama a su Hijo y ha puesto todo en sus manos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ El Padre ama al Hijo y ha puesto todas las cosas en sus manos.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en sus manos.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁵ El Padre ama al Hijo y todas las cosas ha dado en su mano.

Juan 3:35 Referencias Cruzadas

Génesis 41:44

Dijo aún más el rey a José: Yo soy faraón; sin tu orden ninguno ha de mover pie ni mano en toda la tierra de Egipto.

Génesis 41:55

Pero cuando los egipcios sintieron el hambre, clamó el pueblo al faraón pidiendo víveres. Al cual él respondió: Acudid a José, y haced cuanto él os dijere.

Salmos 2:8

Pídeme, y te daré las naciones en herencia tuya, y extenderé tu dominio hasta los extremos de la tierra.

Proverbios 8:30

con él estaba yo disponiendo todas las cosas; y eran mis diarios placeres holgarme continuamente en su presencia,

Isaías 42:1

Mansísimo y modesto no voceará, ni será aceptador de personas; no se oirá en la calle su voz.

Daniel 7:14

Y le dio éste la potestad, el honor y el reino; y todos los pueblos, tribus y lenguas le servían a él; la potestad suya es potestad eterna que no le será quitada, y su reino es indestructible.

Mateo 11:27

Todas las cosas las ha puesto mi Padre en mis manos. Pero nadie conoce al Hijo sino el Padre; ni conoce ninguno al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo haya querido revelarlo.

Mateo 17:5

Todavía estaba Pedro hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos; y al mismo instante resonó desde la nube una voz que decía: Este es mi querido Hijo, en quien tengo todas mis complacencias. A él habéis de escuchar.

Mateo 28:18

Entonces Jesús , acercándose, les habló en estos términos: A mí se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra.

Mateo 3:17

Y se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi hijo amado, en quien he puesto toda mi complacencia.

Lucas 10:22

El Padre ha puesto en mi mano todas las cosas. Y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiera revelarlo.

Juan 13:3

Jesús , que sabía que el Padre le había puesto todas las cosas en sus manos, y que como era venido de Dios, a Dios volvía.

Juan 15:9

Al modo que mi Padre me amó, así os he amado yo. Perseverad en mi amor.

Juan 17:2

pues le has dado poder sobre todo el linaje humano, para que dé la vida eterna a todos los que le has señalado.

Juan 17:23

Yo estoy en ellos, y tú estás siempre en mí, a fin de que sean consumados en la unidad, y conozca el mundo que tú me has enviado, y los amas a ellos, como a mí me amaste.

Juan 17:26

Yo por mi parte les he dado y daré a conocer tu nombre, para que el amor con que me amaste, en ellos esté, y yo mismo esté en ellos.

Juan 5:20

Y es que como el Padre ama al Hijo, le comunica todas las cosas que hace; y aun le manifestará, y hará en él y por él obras mayores que éstas, de suerte que quedéis asombrados.

Juan 5:22

Ni el Padre juzga visiblemente a nadie; sino que todo el poder de juzgar lo dio al Hijo,

1 Corintios 15:27

Todas las cosas están sujetas a él, sin duda queda exceptuado aquel que se las sujetó todas.

Efesios 1:22

Ha puesto todas las cosas bajo los pies de él, y le ha constituido cabeza de toda la Iglesia, así militante como triunfante,

Hebreos 1:2

El cual siendo como es el resplandor de su gloria y vivo retrato de su sustancia, y sustentándolo y rigiéndolo todo con sola su poderosa palabra, después de habernos purificado de nuestros pecados, está sentado a la diestra de la majestad en lo más alto de los cielos,

1 Pedro 3:22

Habiendo, pues, Cristo padecido por nosotros la muerte en su carne, armaos también vosotros de esta consideración, y es que quien mortificó o murió a la carne por el bautismo , ha acabado de pecar.