Salmos 147:10 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ No está su complacencia en la fuerza del caballo, ni en los muslos del hombre esta su agrado:

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ No se deleita en la fuerza del caballo, Ni se complace en la agilidad del hombre.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ No se complace en la fuerza del caballo ni en el poder del ser humano.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ No le atraen los bríos del caballo, ni un hombre por sus músculos le agrada;'

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ No se deleita con la fortaleza del caballo, Ni estima la agilidad de las piernas del hombre.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁰ No toma contentamiento en la fuerza del caballo, ni se complace en las piernas del hombre.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁰ Para Dios, lo que cuenta no es la fuerza del caballo, ni la fuerza del hombre;

Salmos 147:10 Referencias Cruzadas

2 Samuel 1:23

Saúl y Jonatán, tan amados y amables, ni en vida ni en muerte se han separado. Eran más rápidos que el águila, más fuertes que el león.

Job 39:11

¿Confiarás en él por su gran fuerza y lo pondrás a tu labranza?

Salmos 20:7

Yo sé ya desde ahora que el Señor socorrerá a su ungido, que él responderá desde su santo cielo con la fuerza de su diestra salvadora.

Proverbios 21:31

Se adiestra al caballo para el día del combate; pero la victoria es cosa de Yahveh.

Eclesiastés 9:11

He visto además bajo el sol que no son los veloces quienes ganan la carrera, ni los héroes el combate, que también hay sabios sin pan, inteligentes sin estima, porque en todo interviene la suerte y la desgracia.

Isaías 31:1

¡Ay de los que bajan a Egipto por ayuda y buscan apoyo en su caballería! Confían en los carros, que son muchos; en los jinetes, que son muy numerosos, y no miran al Santo de Israel, a Yahveh no consultan.

Oseas 1:7

Pero me compadeceré de la casa de Judá y los salvaré, porque yo soy Yahveh, su Dios. No los salvaré con arco, espada y lanza, ni con caballos y carros de guerra'.

1 Samuel 16:7

Pero Yahveh dijo a Samuel: 'No mires su buena presencia ni su gran estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre no ve más que la apariencia, pero Yahveh ve el corazón'.