Proverbios 13:22 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² La herencia del bueno pasa a sus nietos, la fortuna del pecador es para el justo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²² El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² La gente buena deja una herencia a sus nietos, pero la riqueza de los pecadores pasa a manos de los justos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Los buenos dejan a sus hijos y nietos su herencia; la fortuna de los pecadores está reservada al justo.

La Biblia Textual 3a Edicion

²² La herencia del bueno queda en su familia, Pero la riqueza del pecador está reservada al justo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²² El buen hombre dejará herencia a los hijos de sus hijos; y la riqueza del pecador, para el justo está guardada.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²² Las riquezas del hombre bueno serán para sus nietos; las riquezas del pecador serán la herencia de la gente honrada.

Proverbios 13:22 Referencias Cruzadas

Esdras 9:12

Por lo tanto, no deis vuestras hijas a sus hijos, ni toméis sus hijas para vuestros hijos; no busquéis jamás su paz y bienestar, para que podáis haceros fuertes, para que comáis los buenos productos de la tierra y la dejéis en herencia a vuestros hijos para siempre'.

Salmos 102:28

Pero tú eres el mismo, tus años no terminan.

Salmos 112:2

Guímel. Pujante en el país es su linaje, Dálet. pues la estirpe del justo es bendecida.

Salmos 128:6

y que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sobre Israel!

Salmos 37:25

Nun. Fui joven y he llegado a la vejez, y nunca vi al justo en desamparo ni a sus hijos mendigando el pan.

Proverbios 17:6

Corona de los ancianos son sus nietos; honor de los hijos, sus padres.

Proverbios 28:8

Quien aumenta su caudal con usura e interés lo acumula para el que se apiada de los pobres.

Eclesiastés 2:26

A quien es grato a sus ojos, Dios le da sabiduría, ciencia y alegría; mas al pecador le impone la tarea de reunir y acumular, para dejarlo luego a quien Dios quiere. También eso es vanidad y esfuerzo inútil.