Nehemías 9:20 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁰ Tú les diste tu espíritu bueno para hacerles discretos, no les retiraste de su boca tu maná, y para su sed agua les diste.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁰ Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁰ Enviaste tu buen Espíritu para que les enseñara, y no dejaste de alimentarlos con maná del cielo ni de darles agua para su sed.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁰ Les diste tu buen espíritu para hacerlos sabios, no les negaste el maná y les diste agua para su sed.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁰ Y diste tu buen Espíritu para instruirlos, y no retuviste tu maná de su boca, y les diste agua para su sed.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁰ Y diste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste en su sed.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁰ Fuiste bueno con ellos y con tu espíritu de bondad les enseñaste a vivir. No dejaste de enviarles el maná para comer ni el agua para calmar su sed.

Nehemías 9:20 Referencias Cruzadas

Nehemías 9:30

Fuiste paciente durante muchos años, los exhortabas por tu espíritu, mediante tus profetas, pero ellos no prestaron oído; por eso los entregaste en manos de las gentes del país.

Salmos 105:41

Abrió una roca y brotó agua, que corrió en los eriales como un río.

Salmos 143:10

Enséñame a cumplir tu voluntad, pues tú eres mi Dios. Que tu aliento bondadoso me conduzca por una tierra llana.

Éxodo 16:15

Cuando los israelitas lo vieron, se dijeron unos a otros: '¿Qué es esto?'. Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: 'Es el pan que os ha dado Yahveh para comer.

Éxodo 16:35

Los israelitas comieron el maná por espacio de cuarenta años, hasta su llegada a país habitado; comieron el maná hasta su llegada a los confines del país de Canaán.

Éxodo 16:4

Yahveh dijo a Moisés: 'Voy a haceros llover pan del cielo. El pueblo saldrá cada día a recoger la porción necesaria para la jornada, a fin de que yo lo ponga a prueba y vea si anda o no en mi ley.

Éxodo 17:3

Pero el pueblo tenía una sed ardiente y murmuró contra Moisés, diciendo: '¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?'.

Éxodo 17:6

Yo estaré allí, ante ti, sobre la roca que hay en Horeb. Golpearás la roca; de ella saldrá agua, y beberá el pueblo'. Lo hizo así Moisés en presencia de los ancianos de Israel.

Isaías 48:21

Por estepas los condujo y no tuvieron sed; agua de la roca les hizo brotar; hendió la roca y corrieron las aguas.

Isaías 49:10

No tendrán hambre ni sed, no los herirá el bochorno ni el sol, pues quien se apiada de ellos los guía, y a los manantiales de agua los conduce.

Hageo 2:5

según la palabra pactada con vosotros a vuestra salida de Egipto, y mi espíritu permanece en medio de vosotros. No temáis'.

Números 11:17

Yo descenderé y te hablaré allí; tomaré del espíritu que hay en ti y se lo infundiré a ellos, para que compartan contigo la carga del pueblo y no la lleves tú solo.

Juan 4:10

Jesús le respondió: 'Si conocieras el don de Dios: quién es el que te dice 'dame de beber', serías tú la que le habrías pedido y él te habría dado agua viva'.

Juan 4:14

pero el que beba del agua que yo le daré, ya no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le daré se convertirá, dentro de él, en manantial de agua que brote para vida eterna'.

Romanos 15:30

Os ruego, hermanos, por Jesucristo nuestro Señor y por amor del Espíritu, que luchéis juntamente commigo, dirigiendo a Dios oraciones por mí,

1 Corintios 10:3

Todos también comieron el mismo alimento sobrenatural;

Efesios 5:9

-pues el fruto de la luz consiste en toda clase de bondad y de justicia y de verdad-,

Josué 5:12

Al día siguiente cesó el maná, una vez que ellos empezaron a comer de los frutos del país. Los israelitas ya no volvieron a tener maná. A partir de aquel año se alimentaron de los frutos del país de Canaán.

2 Pedro 1:21

pues nunca fue proferida profecía alguna por voluntad humana, sino que los hombres hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu.