Jeremías 32:40 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁰ Sellaré con ellos una alianza eterna, por la que no cesaré de hacerles bien. Infundiré mi temor en su corazón, para que no se aparten de mí.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁰ Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁰ Y haré un pacto eterno con ellos: nunca dejaré de hacerles bien. Pondré en el corazón de ellos el deseo de adorarme, y nunca me dejarán.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁰ Pactaré con ellos una alianza eterna y no dejaré de acompañarlos para hacerles favores. Infundiré mi temor en su corazón para que no se aparten de mí.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁰ Haré con ellos un pacto eterno: no cesaré de seguirlos para hacerles bien, y pondré mi temor en su corazón para que no se aparten de mí.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴⁰ Y haré con ellos un pacto eterno, que no me apartaré de ellos para hacerles bien, y pondré mi temor en sus corazones para que no se aparten de mí.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁴⁰ Haré con ellos un pacto que durará para siempre. Estaré con mi pueblo en todo momento, y lo ayudaré; haré que me respete, y que no vuelva a alejarse de mí.

Jeremías 32:40 Referencias Cruzadas

2 Samuel 23:4

como el clarear de la mañana, al levantarse el sol, en una mañana sin nubes, que hace brotar, tras la lluvia, el césped de la tierra'.

Salmos 80:19

Nunca más de ti nos tornaremos: permítenos vivir e invocaremos tu nombre.

Isaías 24:5

La tierra ha sido profanada por sus moradores, que traspasaron la ley, violaron los preceptos rescindieron el pacto eterno.

Isaías 55:3

Inclinad vuestro oído y venid a mí, escuchadme y viviréis. Quiero sellar con vosotros una alianza eterna, las gracias permanentes de David.

Isaías 61:8

Pues yo, Yahveh, amo el derecho, odio el robo con injusticia; les daré de verdad su recompensa y sellaré con ellos alianza eterna.

Jeremías 24:7

y les daré un corazón para conocerme, porque yo soy Yahveh: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues se convertirán a mí con todo su corazón'.

Jeremías 31:34

No tendrá ya que enseñarse uno a otro ni una persona a otra persona, diciendo: 'Conoced a Yahveh', porque todos ellos me conocerán, desde el más pequeño al más grande -oráculo de Yahveh-, cuando perdone su culpa y no recuerde más su pecado'.

Jeremías 50:5

Preguntarán por Sión con sus rostros dirigidos hacia ella: Venid, unámonos a Yahveh con una alianza eterna, inolvidable.

Ezequiel 36:26

Os daré un corazón nuevo y pondré en vuestro interior un espíritu nuevo; quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.

Ezequiel 36:27

Pondré mi espíritu en vuestro interior y haré que procedáis según mis leyes y guardéis mis normas y las cumpláis.

Ezequiel 37:26

Haré con ellos una alianza de paz; será una alianza eterna con ellos. Los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre.

Ezequiel 39:29

No les ocultaré más mi rostro, porque habré derramado mi espíritu sobre la casa de Israel -oráculo del Señor Yahveh.'

Miqueas 4:5

Si, pues, todos los pueblos caminan cada uno en nombre de su dios, también nosotros caminamos en el nombre de Yahveh, nuestro Dios para siempre jamás.

Deuteronomio 31:6

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni les tengáis miedo, porque Yahveh, tu Dios, va contigo y no te dejará ni te abandonará'.

Deuteronomio 31:8

Yahveh irá delante de ti, estará contigo y no te dejará ni te abandonará; no temas ni te acobardes'.

Hebreos 13:20

El Dios de la paz, que levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran pastor de las ovejas, por la sangre de la alianza eterna,

Hebreos 4:1

Así, pues, temamos, no sea que, aun quedando en pie la promesa de entrar en el descanso de Dios, alguno de vosotros se encuentre con que ha llegado tarde.

Hebreos 7:24

pero él, como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que nunca pasa.

Santiago 1:17

Toda buena dádiva y todo don perfecto son de arriba, descienden del Padre de los astros, en quien no hay fases ni períodos de sombra.

1 Pedro 1:5

que por el poder de Dios habéis sido custodiados, mediante la fe, para la salvación, dispuesta ya a manifestarse en el momento final.