Jeremías 20:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entrañas, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Oh Señor de los Ejércitos Celestiales, tú pruebas a los justos y examinas los secretos y los pensamientos más profundos. Permíteme ver tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Yavé, Señor, tus ojos están pendientes del hombre justo. Tú conoces las conciencias y los corazones, haz que vea cuando te desquites de ellos, porque a ti he confiado mi defensa.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² ¡Oh YHVH Sebaot, que pruebas al justo, escudriñando los riñones y el corazón! Haz que vea tu venganza en ellos, Porque a ti he expuesto mi causa.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza en ellos; porque a ti he expuesto mi causa.

Jeremías 20:12 Referencias Cruzadas

2 Crónicas 24:22

No se acordó el rey Joás de la benevolencia que Joadá, padre de Zacarías, le había mostrado, sino que mató a su hijo, quien dijo al morir: 'Que Yahveh lo vea y te lo demande'.

Salmos 11:5

El Señor prueba a los justos, mas al impío y violento el Señor lo aborrece.

Salmos 139:23

Examíname, oh Dios, y reconoce mi interior, explórame y advierte mis desvelos.

Salmos 17:3

Si exploras mi interior, si me visitas en la noche, o si quieres probarme en el crisol, nada habrás de encontrar: la iniquidad no pasa por mi boca.

Salmos 54:7

Recaiga la desgracia sobre mis perseguidores, destrúyelos, por tu fidelidad.

Salmos 58:10

Antes que vuestras ollas sientan el calor del espino, sea verde o quemado, lo lleve el huracán.

Salmos 59:10

A ti, mi fortaleza, van mis ojos: pues Dios es mi refugio,

Salmos 62:8

Mi victoria y mi honor están en Dios, y en él mi roca fuerte y mi defensa.

Salmos 7:9

-Yahveh hace juicio a las naciones-. Hazme, Señor, justicia, según tu rectitud y conforme a mi inocencia.

Salmos 86:4

da alegría de espíritu a tu siervo, pues hacia ti van mis anhelos.

Isaías 37:14

Tomó Ezequías las cartas de manos de los mensajeros y las leyó. Luego Ezequías subió al templo de Yahveh y las extendió ante Yahveh.

Isaías 38:14

Como golondrina, así triso, zureo como paloma. Desfallecen mis ojos mirando a lo alto. ¡Señor, estoy oprimido, protégeme!

Jeremías 11:20

Yahveh Sebaot, juez justo, que sondeas el corazón y las entrañas, vea yo tu venganza contra ellos, pues a ti encomiendo mi causa.

Jeremías 12:8

Mi heredad fue para mí como león en la selva: lanzó contra mí su rugido, por eso la aborrecí.

Jeremías 17:10

Yo, Yahveh, escruto el corazón, sondeo las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus obras.

Jeremías 17:18

Véanse avergonzados mis perseguidores, pero no sea yo avergonzado; sean aterrorizados ellos, pero no sea yo aterrorizado. Trae sobre ellos el día de la desgracia y destrúyelos con doble destrucción.

1 Pedro 2:23

Cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga con justicia.

1 Pedro 4:19

Así, pues, que también los que sufren según la voluntad de Dios se pongan en manos del Creador fiel y practiquen el bien.

Apocalipsis 18:20

Regocíjate por ella, cielo; y también los santos y los apóstoles y los profetas. Porque Dios ejecutó la sentencia que reclamábais contra ella''.

Apocalipsis 2:23

A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entrañas. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.

Apocalipsis 6:10

Y clamaron con gran voz, diciendo: '¿Hasta cuándo, oh Soberano, santo y veraz, estarás sin juzgar a los que moran sobre la tierra y sin vengar nuestra sangre?'.

1 Samuel 1:15

Le respondió Ana: 'No, mi señor; soy una mujer con el alma llena de pena. No he bebido vino ni licores, sino que estoy desahogando mi alma ante Yahveh.