Isaías 47:9 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Te sobrevendrán las dos cosas de repente, en un solo día; orfandad y viudez en toda su plenitud vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechicerías, a pesar de la potencia de tus muchos maleficios.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Pues ambas cosas caerán sobre ti en un instante: la viudez y la pérdida de tus hijos. Así es, esas calamidades caerán sobre ti, a pesar de tu brujería y de tu magia.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Estas dos desgracias te sucederán de un golpe, en el mismo día: quedarás viuda y sin hijos. Esta será tu suerte, a pesar de tus muchos encantamientos y del poder de tus brujerías.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Estas dos cosas te sobrevendrán de repente, en un mismo día, Viuda y sin hijos te verás al mismo tiempo. En su plena medida ya vienen contra ti, A pesar de la multitud de tus hechizos y de tus más poderosos encantamientos.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁹ Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, pérdida de hijos y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, por la multitud de tus hechicerías y por tus muchos encantamientos.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁹ »Pero de repente, en un majestuoso día, te sucederán dos desgracias, y de nada te servirán tus brujerías y tu magia: te quedarás viuda y perderás todos tus hijos.

Isaías 47:9 Referencias Cruzadas

Salmos 73:19

¡Cómo acaban, de pronto, en destrucción y sucumben, fenecen del espanto!

Isaías 13:16

Sus niños, ante sus ojos, serán estrellados, serán saqueadas sus casas, violadas serán sus mujeres.

Isaías 21:9

Mirad que ya llegan hombres a caballo, parejas de jinetes'. Respondió y dijo: 'Cayó, cayó Babilonia, todas las estatuas de sus dioses yacen por tierra en pedazos'.

Isaías 47:11

Pero te vendrá una desgracia que no sabrás conjurar; te caerá una calamidad que no podrás alejar. Te vendrá de repente un desastre que no te imaginas.

Jeremías 15:9

La madre de siete hijos desfalleció, exhaló su alma; su sol se puso siendo aún de día; quedó avergonzada y consternada. Lo que de ellos queda, lo entregaré a la espada ante sus enemigos' -oráculo de Yahveh-.

Jeremías 51:29

Tiembla la tierra, se estremece, porque se cumplen los planes de Yahveh sobre Babel: convertir el territorio de Babel en desierto sin un solo habitante.

Daniel 2:2

El rey mandó llamar a los magos y adivinos, a los hechiceros y a los caldeos, para que le explicaran aquel sueño. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.

Daniel 4:7

'Estaba contemplando en mi lecho las visiones de mi mente, cuando de pronto vi un árbol, de enorme altura, en el centro de la tierra.

Daniel 5:30

Aquella misma noche fue asesinado Baltasar, rey de los caldeos.

Daniel 5:7

El rey mandó a voces que vinieran los adivinos, los caldeos y los astrólogos. Tomó el rey la palabra y dijo a los sabios de Babilonia: 'El que lea esta escritura y me dé su interpretación, será vestido de púrpura, llevará un collar de oro al cuello y será el tercero en el gobierno del reino'.

Nahum 3:4

Por las incontables fornicaciones de la prostituta de atractivos encantos, maestra en brujerías, que adquiría naciones con sus prostituciones y pueblos con sus hechicerías,

1 Tesalonicenses 5:3

Cuando estén diciendo: 'Paz y seguridad', entonces, de repente, se abatirá sobre ellos la calamidad, como los dolores de parto sobre una mujer encinta; y no habrá manera de escapar.

Apocalipsis 21:8

Pero los cobardes, los incrédulos, los culpables de abominación, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, compartirán el lago que arde con fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte'.

Apocalipsis 22:15

Fuera quedarán los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo el que ama y practica la mentira'.

Rut 1:20

Pero ella les decía: 'No me llaméis ya Noemí; llamadme Mará, porque el Omnipotente me ha llenado de amargura en demasía.

Rut 1:5

Pero luego murieron también los dos hijos, Majlón y Quilión, y así la mujer se quedó sin sus dos hijos y sin su marido.