Hechos 19:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ Pablo les impuso las manos y entonces vino sobre ellos el Espíritu Santo, hablaban en lenguas y profetizaban.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Después, cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y hablaron en otras lenguas y profetizaron.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ y al imponerles Pablo las manos, el Espíritu Santo bajó sobre ellos y empezaron a hablar lenguas y a profetizar.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaron en lenguas y profetizaron.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁶ Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

^6-7 Pablo puso sus manos sobre la cabeza de esos doce hombres y, en ese momento, el Espíritu Santo vino sobre ellos. Entonces comenzaron a hablar en idiomas extraños y dieron mensajes de parte de Dios.

Hechos 19:6 Referencias Cruzadas

Marcos 16:17

Estas señales acompañarán a los que crean: en virtud de mi nombre expulsarán a los demonios, hablarán lenguas nuevas,

Hechos 19:7

Eran en total unos doce hombres.

Hechos 2:4

Todos ellos se sintieron llenos de Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diversas lenguas, según como el Espíritu les concedía expresarse.

Hechos 6:6

Se los presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron las manos.

Hechos 9:17

Partió, pues, Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: 'Hermano Saulo, el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino que traías, me ha enviado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo'.

1 Timoteo 5:22

No te precipites en imponer las manos a nadie, ni te hagas responsable de pecados ajenos. Consérvate limpio de pecado.

2 Timoteo 1:6

Por eso te insisto en que reavives ese don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.