Eclesiastés 3:22 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²² Y he concluido que no hay otra dicha para el hombre que disfrutar de sus obras, pues ésa es su suerte. Porque, ¿quién le permitirá contemplar lo que ha de venir tras él?

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²² Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

Biblia Nueva Traducción Viviente

²² Entonces me di cuenta de que no hay nada mejor para la gente que ser feliz con su trabajo. Ese es nuestro destino, y nadie nos puede traer de regreso para ver qué pasa después de que hayamos muerto.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²² Y vi que lo único que el hombre puede esperar es gozar del fruto de sus obras; porque ésa es su condición. Pero, ¿quién le dará a conocer lo que pasará después?'

La Biblia Textual 3a Edicion

²² Así, pues, he visto que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque ésa es su porción. Porque, ¿quién lo llevará para que vea lo que habrá después de él?

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²² Así que he visto que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse en sus obras; porque esta es su porción; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²² Lo que sí he visto es que, cuando morimos, nadie nos trae de vuelta para ver lo que pasará después. Por eso, disfrutemos de nuestro trabajo, ya que trabajar es nuestro destino.

Eclesiastés 3:22 Referencias Cruzadas

Job 14:21

Son alabados sus hijos, y él lo ignora; son despreciados, y él nada sabe.

Eclesiastés 10:14

El necio multiplica las palabras. El hombre ignora lo que ha sucedido; y lo que ha de suceder después de él ¿quién se lo manifestará?

Eclesiastés 11:9

Alégrate, joven, en tu adolescencia y vive feliz en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y da placer a tus ojos. Pero sábete que por todo ello Dios te llamará a juicio.

Eclesiastés 2:18

Detesto cuanto yo mismo hice bajo el sol, porque habré de dejarlo a mi sucesor.

Eclesiastés 2:24

No hay otra dicha para el hombre que comer y beber y regalarse con el fruto de sus fatigas. Yo veo que también esto viene de la mano de Dios;

Eclesiastés 6:12

¿Quién sabe lo que es bueno para el hombre durante la vida, durante los días de su vana vida, por la que pasa como una sombra? ¿Quién indicará al hombre lo que después de él sucederá bajo el sol?

Eclesiastés 7:14

En los días de dicha sé feliz, y en los días de miseria reflexiona: Dios hizo la una y la otra, para que el hombre no descubra su futuro.

Eclesiastés 8:15

Y alabo la alegría, porque no hay otra dicha para el hombre bajo el sol que comer, beber y gozar: es lo que le queda de su esfuerzo durante los días de vida que Dios le concede bajo el sol.

Eclesiastés 8:7

porque nadie conoce lo que ha de suceder. ¿Y quién podrá indicarle cómo sucederá?

Eclesiastés 9:12

El hombre desconoce su hora: como los peces capturados en la red o los pájaros presos en el lazo, así son atrapados los hombres por la desventura cuando cae sobre ellos de improviso.

Eclesiastés 9:6

Perecieron sus amores, sus odios, sus envidias; jamás tomarán parte en cuanto acaece bajo el sol.

Daniel 12:13

Mas tú, vete y descansa. Al final de los días te levantarás para recibir tu parte'.

Mateo 6:34

No os afanéis, pues, por el día de mañana, que el día de mañana traerá su propio afán. Bástenle a cada día sus propias preocupaciones.

Deuteronomio 12:18

Sólo ante Yahveh, tu Dios, en el lugar que Yahveh, tu Dios, haya elegido, allí lo comerás tú y tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva y el levita que more dentro de tus ciudades; y te regocijarás delante de Yahveh, tu Dios, por todo lo que has conseguido en tus empresas.

Deuteronomio 12:7

Allí comeréis en presencia de Yahveh, vuestro Dios, y os regocijaréis, vosotros y vuestras familias, por todo lo que vuestras manos han ganado y lo que te haya aportado la bendición de Dios.

Deuteronomio 28:47

Por no haber servido a Yahveh, tu Dios, con alegría y de buen corazón cuando tenías de todo en abundancia,