Deuteronomio 1:16 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ En aquel tiempo di a vuestros jueces esta orden: 'Escucharéis lo que se suscite entre vuestros hermanos y haréis justicia entre un hombre y su hermano o un forastero.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ »En aquel tiempo, les di a los jueces las siguientes instrucciones: “Ocúpense de oír todos los casos de sus hermanos israelitas y también los de los extranjeros que viven entre ustedes. Sean totalmente justos en las decisiones que tomen

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ Entonces di a los jueces las siguientes instrucciones: 'Ustedes atenderán las quejas de sus hermanos, y decidirán, sea que el pleito oponga un israelita a su hermano, o bien un israelita a uno de los extranjeros que viven en medio de nosotros.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Y a esos, vuestros jueces, en aquel tiempo mandé diciendo: Escuchad a vuestros hermanos, y juzgad con equidad entre cada uno y su hermano, o su vecino extranjero.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁶ Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd las querellas entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano, y el extranjero que está con él.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

^16-18 »En ese momento les dije a ustedes todo lo que debían hacer. A los jueces les dije que fueran justos con todos por igual, sin importar que fueran pobres o ricos, israelitas o extranjeros, y sin tener miedo de nada ni de nadie, pues Dios respaldaría sus decisiones. También les dije que cuando algún caso les fuera muy difícil, me lo pasaran a mí, para que yo lo juzgara.

Deuteronomio 1:16 Referencias Cruzadas

Génesis 18:25

Lejos de ti tal cosa. Lejos de ti hacer morir al justo con el pecador, y que tenga el justo el mismo trato que el impío. ¿No hará justicia el juez de toda la tierra?'.

2 Samuel 23:3

Ha dicho el Dios de Israel, la roca de Israel me ha hablado: 'Quien gobierna a los hombres con justicia, quien gobierna en el temor de Dios,

Salmos 58:1

Del director. 'No destruyas'. De David. Miktam.

Éxodo 22:21

No maltrataréis a la viuda ni al huérfano.

Proverbios 31:9

abre tu boca y juzga con rectitud, defiende al pobre y al desdichado.

Levítico 19:15

No dictarás sentencias injustas en tus juicios ni por favorecer al débil ni por complacer al poderoso. Juzgarás a tu prójimo con justicia.

Levítico 24:22

Aplicaréis la misma sentencia a los extranjeros y a los nativos, porque yo soy Yahveh, vuestro Dios'.

Números 27:19

Después lo presentarás ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad, y le impartirás tus órdenes ante ellos.

Juan 7:24

¡No juzguéis por las apariencias, sino juzgad con criterio recto!'.

Deuteronomio 1:15

Entonces tomé a los jefes de vuestras tribus, hombres sabios e instruidos, y los puse por jefes vuestros: jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Puse además escribas para vuestras tribus.

Deuteronomio 24:14

No explotarás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea uno de tus hermanos o uno de los extranjeros que moran en tu tierra, dentro de tus ciudades.

Deuteronomio 25:1

Si dos hombres pleitean, se presentarán a juicio y se emitirá sentencia; se absolverá al inocente y se condenará al culpable.

Deuteronomio 27:11

Moisés dio aquel día esta orden al pueblo:

Deuteronomio 31:14

Dijo Yahveh a Moisés: 'Se acercan los días de tu muerte; llama a Josué y presentaos en la tienda del encuentro, para que yo le dé mis órdenes'. Fueron, pues, Moisés y Josué, y se presentaron en la tienda del encuentro.

1 Tesalonicenses 2:11

Como bien sabéis, tratábamos con vosotros uno a uno, como un padre con sus hijos,

1 Timoteo 5:21

En la presencia de Dios y Cristo Jesús y de los ángeles, sus elegidos, te encargo solemnemente que observes estas normas, sin prejuicio, siendo en todo imparcial.

1 Timoteo 6:17

A los ricos de este mundo, recomiéndales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en cosa tan insegura como la riqueza, sino en Dios, que nos provee de todo espléndidamente para nuestra satisfacción;