Proverbios 15:2 - Nueva Biblia Española (1975)

² Lengua sensata destila experiencia, la boca del necio borbota necedades.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

² La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.

Biblia Nueva Traducción Viviente

² La lengua de los sabios hace que el conocimiento sea atractivo, pero la boca de un necio escupe tonterías.

Biblia Católica (Latinoamericana)

² Las palabras de los sabios difunden el saber, mientras que la boca de los tontos desborda de locura.

La Biblia Textual 3a Edicion

² La lengua de los sabios destila ciencia, La boca de los necios profiere sandeces.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

² La lengua de los sabios difunde la ciencia, la boca de los necios mana necedad.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

² La lengua de los sabios usa bien el conocimiento; pero la boca de los necios esparce la necedad.

Proverbios 15:2 Referencias Cruzadas

Salmos 45:1

Me brota del corazón un poema bello, recito mis versos a un rey: mi lengua es ágil pluma de escribano.

Salmos 59:7

Mira cómo sueltan la lengua, sus labios son puñales: '¿Quién nos oye?'.

Proverbios 12:23

El hombre sagaz encubre su saber, el insensato grita su necedad.

Proverbios 13:16

El sagaz actúa con prudencia, el necio propala su necedad.

Proverbios 15:23

¡Qué alegría saber responder, qué buena es la palabra oportuna!

Proverbios 15:28

La mente honrada medita la respuesta, la boca del malvado borbota maldades.

Proverbios 15:7

Los labios del sensato destilan experiencia, la mente del necio es insensata.

Proverbios 16:23

A mente sensata, boca discreta; su hablar aumenta la persuasión.

Proverbios 5:2

así conservarás la reflexión y tus labios guardarán el saber.

Eclesiastés 10:14

El necio charla sin medida, pero el hombre no sabe lo que va a pasar, pues ¿quién le informa de lo que va a suceder?

Eclesiastés 5:3

En lo que soñamos asoman nuestras preocupaciones, en las muchas palabras se escucha al necio.

Isaías 50:4

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados.