Proverbios 18:7 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁷ La boca del necio es su destrucción, y sus labios son los lazos de su alma.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁷ La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ La boca de los necios es su ruina; quedan atrapados por sus labios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ El tonto habla y se perjudica a sí mismo: se prepara una trampa.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ La boca del necio es su propia ruina, Y sus labios, lazo para su alma.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ La boca del necio es su ruina; sus labios, una trampa para su vida.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁷ Cuando el necio abre la boca, pone su vida en peligro.

Proverbios 18:7 Referencias Cruzadas

Salmos 140:9

En cuanto a los que por todas partes me rodean, la maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

Salmos 64:8

Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas; se espantarán todos los que los vieren.

Proverbios 10:14

Los sabios atesoran sabiduría: Mas la boca del necio es calamidad cercana.

Proverbios 10:8

El sabio de corazón recibirá los mandamientos; mas el necio de labios caerá.

Proverbios 12:13

El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; mas el justo saldrá de la tribulación.

Proverbios 13:3

El que guarda su boca guarda su alma; pero el que mucho abre sus labios tendrá destrucción.

Proverbios 14:3

En la boca del necio está la vara de la soberbia; mas los labios de los sabios los guardarán.

Proverbios 16:22

Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; mas la instrucción de los necios es necedad.

Proverbios 18:8

Las palabras del chismoso son como estocadas, y penetran hasta lo más profundo del vientre.

Proverbios 5:22

Prenderán al impío sus propias iniquidades, y detenido será con las cuerdas de su pecado;

Proverbios 6:2

te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso con las palabras de tu boca.

Jueces 11:35

Y aconteció que cuando él la vio, rasgó sus ropas, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré retractarme.