Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer también de ellas.
Cualquier persona del pueblo, esté o no ceremonialmente pura, podrá comer de esa carne como ahora comes de las gacelas y de los ciervos.
pero lo comerás como se come la gacela o el ciervo: de él comerán igualmente el que se encuentre puro y el que no.
La comerás lo mismo que se come la gacela y el ciervo. Podrán comerla tanto el impuro como el limpio.
Lo comerás como se come la gacela y el ciervo y podrán comerlo tanto el impuro como el puro.