Santiago 3:4 - Biblia Palabra de Dios para Todos

⁴ Con un pequeño timón los pilotos obligan a grandes barcos a ir a donde ellos quieren, aun en medio de fuertes vientos.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ También un pequeño timón hace que un enorme barco gire adonde desee el capitán, por fuertes que sean los vientos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Lo mismo ocurre con los barcos: con un pequeño timón el piloto los maneja como quiere, por grandes que sean, aun bajo fuertes vientos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Observad también las naves, aunque tan grandes y llevadas por impetuosos vientos, son gobernadas por un muy pequeño timón, adondequiera que desea el impulso del timonel.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Mirad también las naves. Con ser tan grandes y estar impulsadas por fuertes vientos, son gobernadas por un pequeño timón, a voluntad del piloto.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quiere el que las gobierna.

Santiago 3:4 Referencias Cruzadas

Jonás 1:4

Pero el SEÑOR arrojó al mar un fuerte viento y hubo una tormenta tan grande que el barco corría el peligro de romperse en pedazos.

Mateo 11:27

»Mi Padre me ha dado todo. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera mostrárselo.

Mateo 8:24

Entonces se desató una gran tormenta y las olas estaban cubriendo la barca, pero Jesús estaba durmiendo.

Hechos 27:11

Pero el dueño y el capitán del barco no estaban de acuerdo con Pablo, y Julio, el oficial que tenía a cargo los soldados, no le hizo caso a Pablo, sino a ellos.

Santiago 3:3

Nosotros ponemos el freno en la boca del caballo para que nos obedezca y así poder controlar todo su cuerpo.

Santiago 3:5

De la misma manera, la lengua es una pequeña parte del cuerpo, pero presume de grandes cosas. Hasta un gran bosque puede incendiarse con una pequeña y débil llama de fuego.