Jeremías 30:17 - Biblia Palabra de Dios para Todos

¹⁷ Porque te devolveré la salud y te curaré las heridas, dice el SEÑOR, porque te han llamado “la abandonada”; han dicho: “Esa es Sion, la que no tiene quien se preocupe por ella”».

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ Te devolveré la salud y sanaré tus heridas —dice el Señor—, aunque te llamen desechada, es decir, “Jerusalén, de quien nadie se interesa”».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ Ya que a ti te llamaban La Abandonada, nuestra presa, de quien nadie se preocupa, yo voy a devolver el vigor a tu cuerpo y voy a sanar tus llagas, dice Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ Y Yo haré curar tus llagas, Y sanaré tus heridas, dice YHVH, Porque te llamaron la repudiada, diciendo: ¡Ésta es Sión, de la quien nadie cuida!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ Pero voy a hacer cicatrizar tu herida y voy a curarte de tus llagas -oráculo de Yahveh-, porque te llamaron 'La Desechada', Sión, la que no tiene quien la cuide.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁷ Porque yo haré venir sanidad para ti, y te sanaré de tus heridas, dice Jehová; porque Desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sión, a la que nadie busca.

Jeremías 30:17 Referencias Cruzadas

Job 5:18

Porque él hiere y venda la herida; él da el golpe, pero con su mano sana.

Salmos 103:3

Dios perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.

Salmos 107:20

Dios dio la orden y los sanó, los libró de la muerte.

Salmos 12:5

Pero el SEÑOR dice: «Yo vendré a defender a los pobres que sufren por causa de los perversos que los han oprimido y maltratado. Yo les daré la seguridad que han estado buscando».

Salmos 142:4

No tengo ni siquiera un amigo que esté a mi lado acompañándome; no tengo en dónde esconderme. A nadie le importa si vivo o muero.

Salmos 23:3

Él me da nueva vida. Me lleva por buenos caminos para mostrarme lo bondadoso que es.

Éxodo 15:26

Les dijo: «Si ustedes en verdad obedecen al SEÑOR su Dios, hacen lo que a él le parece bien, escuchan sus órdenes y cumplen sus leyes, no les enviaré ninguna de las plagas que le envié a Egipto, porque yo soy el SEÑOR, el que los sana».

Isaías 11:12

Él levantará una señal a las naciones, y reunirá a los exiliados de Israel y a los esparcidos de Judá, de todas partes del mundo.

Isaías 30:26

La luz de la luna brillará como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más brillante, como la luz de siete días. Será el día en que el SEÑOR vendará las lesiones de su pueblo y sanará las heridas de los golpes recibidos.

Isaías 33:24

Ningún habitante dirá: «Estoy enfermo». El pueblo que viva allí tendrá perdón de pecados.

Isaías 54:6

Eres como una esposa abandonada y angustiada, como una esposa todavía joven, aunque rechazada. Pero el SEÑOR te ha llamado y tu Dios dice:

Isaías 56:8

Mensaje del Señor DIOS que reúne a los dispersos de Israel: «Reuniré otros a ellos, además de los que ya he reunido».

Isaías 57:18

He visto sus caminos, pero los voy a sanar. Los guiaré y los reconfortaré a ellos y a los que compartieron su dolor.

Isaías 57:19

Pondré palabras de alabanza en sus labios. Les daré paz a los que están lejos y a los que están cerca, y los sanaré, dice el SEÑOR.

Isaías 58:8

»Entonces tu luz brillará como el amanecer, y tus heridas sanarán pronto. Irá delante de ti quien te declara sin culpa y la gloria del SEÑOR te seguirá.

Isaías 60:15

»En lugar de estar desierta, de ser odiada y de que nadie te visite, te haré objeto de orgullo eterno, fuente de alegría para todas las generaciones.

Jeremías 10:20

Mi carpa ha sido destruida, todas sus cuerdas están rotas. Mis hijos me abandonaron, no me queda ninguno. No hay nadie que arme mi carpa ni ponga mis cortinas.

Jeremías 17:14

SEÑOR, sáname y quedaré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres a quien yo quiero alabar.

Jeremías 3:22

«Regresen, hijos rebeldes, que yo perdonaré su infidelidad». «A ti regresamos porque tú eres el SEÑOR nuestro Dios.

Jeremías 30:13

No tienes abogado que me demande por la herida, ni medicina para curarla.

Jeremías 33:24

«¿Acaso no has escuchado que esta gente dice: “Las dos familias que el SEÑOR mismo había elegido, ahora él las rechaza”? Ellos desprecian a mi pueblo y ya no lo consideran una nación.

Jeremías 33:6

»”Pero después les daré la salud, les traeré medicina y haré que gocen de paz y seguridad.

Jeremías 8:22

¿Es que no hay medicina en Galaad? ¿Acaso no hay allí algún médico? ¿Por qué, entonces, no han sido sanadas las heridas de mi pueblo?

Lamentaciones 2:15

Los que pasan por el camino se asombran al verte. Hacen gestos y sacuden su cabeza al ver a la hija de Jerusalén. Al verla, preguntan: «¿Es esta la ciudad que según dicen era la más bella de todas? ¿Es esta la ciudad que admiraba toda la tierra?»

Ezequiel 34:16

Buscaré a la perdida, iré por la descarriada, cuidaré de la herida, fortaleceré a la enferma, vigilaré a la gorda y fuerte. Las pastorearé con justicia.

Ezequiel 35:12

¡Entonces sabrás que yo soy el SEÑOR! Te oí insultar a los montes de Israel, diciendo: ¡Han sido destruidos! ¡Son nuestra presa!

Ezequiel 36:20

Pero estando entre las otras naciones, también profanaron mi santo nombre. Esto sucedía cuando la gente les decía: “Ellos son el pueblo del SEÑOR, ¿por qué entonces salieron de su tierra?”

Oseas 11:3

¡Pero fui yo quien le enseñó a caminar a Efraín! Yo lo sostuve en mis brazos. Ellos no saben que fui yo quien los curó cuando estaban lastimados.

Oseas 6:1

Volvamos al SEÑOR. Él nos destrozó, pero nos sanará. Nos hirió, pero nos vendará la herida.

Malaquías 4:2

En cambio, para ustedes, los que respetan mi nombre, brillará el sol de la justicia que los sanará con su calor, y saldrán libremente saltando como terneros sanos.

1 Pedro 2:24

En la cruz, Cristo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo para apartarnos de ellos y para que vivamos como le agrada a Dios; por las heridas que él sufrió, ustedes fueron sanados.

Apocalipsis 22:2

Corría en medio de la calle de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida que produce fruto cada mes, es decir doce veces al año; sus hojas se usan para sanar a todas las naciones.