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Números 24:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

1 Pero, cuando Balán se dio cuenta de que al Señor le complacía que se bendijera a Israel, no recurrió a la hechicería, como otras veces, sino que volvió su rostro hacia el desierto.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Cuando vio Balaam que parecía bien a Jehová que él bendijese a Israel, no fue, como la primera y segunda vez, en busca de agüero, sino que puso su rostro hacia el desierto;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Finalmente Balaam comprendió que el Señor estaba decidido a bendecir a Israel, así que no recurrió a la adivinación como antes. En cambio, se dio vuelta y miró hacia el desierto

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Balaam vio que a Dios le gustaba bendecir a Israel, de manera que no fue como las otras veces en busca de señales, sino que se volvió de cara al desierto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Viendo Balaam que era grato a ojos de YHVH el bendecir a Israel, no fue, como las otras veces, en busca de agüeros, sino que volvió su rostro hacia el desierto.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Viendo Balaán que Yahveh se complacía en bendecir a Israel, no fue, como las otras veces, en busca de presagios, sino que volvió su rostro hacia el desierto.

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Números 24:1
13 Referencias Cruzadas  

Al otro día Balán se levantó y les dijo a los gobernantes enviados por Balac: «Regresad a vuestra tierra, porque el Señor no quiere que yo vaya con vosotros».


Los ancianos de Moab y de Madián fueron a darle a Balán el mensaje que Balac le enviaba, y llevaron consigo dinero para pagarle sus conjuros.


Allí Balán le dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a reunirme con Dios».


Se me ha ordenado bendecir y, si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa.


Contra Jacob no hay brujería que valga, ni valen las hechicerías contra Israel. De Jacob y de Israel se dirá: “¡Mirad lo que Dios ha hecho!”


Así que llevó a Balán hasta la cumbre del monte Peor, desde donde puede verse el desierto de Jesimón.


Entonces Balán le dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a ver si el Señor quiere reunirse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me revele». Y se fue a un cerro desierto.


Balac hizo lo que Balán le pidió, y en cada altar ofreció un novillo y un carnero.


¡Si fueron ellas las que, aconsejadas por Balán, hicieron que los israelitas traicionaran al Señor en Baal Peor! Por eso murieron tantos del pueblo del Señor.


No obstante, tengo unas cuantas cosas en tu contra: que toleras ahí a los que se aferran a la doctrina de Balán, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los israelitas, incitándolos a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales.


Ahora caigo en cuenta que tú serás el rey, y que consolidarás el reino de Israel.


Entonces Saúl se puso en marcha con los tres batallones de hombres escogidos de Israel, y bajó al desierto de Zif en busca de David.


―¡Bendito seas, David, hijo mío! —respondió Saúl—. Tú harás grandes cosas, y en todo triunfarás. Luego David siguió su camino, y Saúl regresó a su palacio.


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