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Números 18:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

1 El Señor le dijo a Aarón: «Todos los de la tribu de Leví se expondrán a sufrir las consecuencias de acercarse a las cosas sagradas, pero de entre ellos solo tú y tus hijos os expondréis a las consecuencias de ejercer el sacerdocio.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Luego el Señor le dijo a Aarón: «Tú, tus hijos y tus parientes de la tribu de Leví serán los responsables de cualquier ofensa relacionada con el santuario; pero solo tú y tus hijos serán los responsables de las faltas relacionadas con el sacerdocio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé dijo a Aarón: 'Tú, tus hijos y tu tribu contigo, serán responsables del Santuario. Tú y tus hijos contigo, tendrán la responsabilidad del sacerdocio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Entonces YHVH dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y tu casa paterna contigo, cargaréis con las ofensas° contra el Santuario. Y tú y tus hijos contigo cargaréis con las ofensas contra vuestro sacerdocio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Dijo Yahveh a Aarón: 'Tú y tus hijos, y contigo la casa de tu padre, cargaréis con el peso de las faltas contra el santuario; tú y tus hijos cargaréis con el peso de las faltas de vuestro sacerdocio.

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Números 18:1
22 Referencias Cruzadas  

Esta placa estará siempre sobre la frente de Aarón, para que el Señor acepte todas las ofrendas de los israelitas, ya que Aarón llevará sobre sí el pecado en que ellos incurran al dedicar sus ofrendas sagradas.


Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos.


Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.


»Acuéstate sobre tu lado izquierdo, y echa sobre ti la culpa de los israelitas. Todo el tiempo que estés acostado sobre ese lado, cargarás con sus culpas.


―¿Por qué no comisteis el sacrificio expiatorio dentro del santuario? Es un sacrificio sumamente sagrado; se os dio para quitar la culpa de la comunidad y hacer propiciación por ellos ante el Señor.


porque al permitir que las coman harán recaer sobre sí mismos un pecado que requiere un sacrificio por la culpa. Yo soy el Señor, que los santifico».


»Los sacerdotes cumplirán con mis instrucciones, y así no pecarán ni sufrirán la muerte por haber profanado las ofrendas. Yo soy el Señor, que santifico a los sacerdotes.


La exploración del país duró cuarenta días, así que vosotros sufriréis un año por cada día. Cuarenta años llevaréis a cuestas vuestra maldad, y sabréis lo que es tenerme por enemigo”.


Dios mismo os ha puesto a su lado, a ti y a todos los levitas, ¿y ahora queréis también el sacerdocio?


Todo el que se acerca al santuario del Señor muere, ¡así que todos moriremos!»


Sobre la vara de Leví escribe el nombre de Aarón, pues cada jefe de familia patriarcal debe tener su vara.


Moisés colocó las varas delante del Señor, en la Tienda del pacto.


»También te corresponderán las contribuciones de todas las ofrendas mecidas que me presenten los israelitas. A ti y a tus hijos y a tus hijas os las he dado, como estatuto perpetuo.


«Trae a la tribu de Leví y preséntasela a Aarón. Los levitas le ayudarán en el ministerio.


En aquel tiempo el Señor designó la tribu de Leví para llevar el arca del pacto y estar en su presencia, y para ministrar y pronunciar bendiciones en su nombre, como hasta hoy lo hace.


Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues cuidan de vosotros como quienes tienen que rendir cuentas. Obedecedlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ningún provecho.


Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.


Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas habéis sido sanados.


Luego Micaías invistió al levita, y así el joven se convirtió en su sacerdote y vivió en su casa.


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