Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Lucas 18:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

3 En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: “Hazme justicia contra mi adversario”.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Una viuda de esa ciudad acudía a él repetidas veces para decirle: “Hágame justicia en este conflicto con mi enemigo”.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 En la misma ciudad había también una viuda que acudía a él para decirle: 'Hazme justicia contra mi adversario'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Había también una viuda en aquella ciudad, y acudía° a él diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Había también en aquella ciudad una viuda, que acudía a él para decirle: 'Hazme justicia contra mi adversario'.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 18:3
13 Referencias Cruzadas  

No les dabas nada a las viudas, y para colmo les quitabas todo a los huérfanos.


Me bendecían los desahuciados; ¡por mí gritaba de alegría el corazón de las viudas!


¡Aprended a hacer el bien! ¡Buscad la justicia y reprended al opresor! ¡Abogad por el huérfano y defended a la viuda!


gordos y pedantes. Sus obras de maldad no tienen límite: no hacen justicia al huérfano, para que su causa prospere; ni defienden tampoco el derecho de los menesterosos.


»Si tu adversario te va a denunciar, llega a un acuerdo con él lo más pronto posible. Hazlo mientras estéis de camino al juzgado, no sea que te entregue al juez, y el juez al guardia, y te echen en la cárcel.


Les dijo: «Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios ni consideración por nadie.


Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: “Aunque no temo a Dios ni tengo consideración por nadie,


como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible”».


“Maldito sea quien viole los derechos del extranjero, del huérfano o de la viuda”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos