Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





Lucas 10:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

4 No llevéis monedero ni bolsa ni sandalias; ni os detengáis a saludar a nadie por el camino.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 No lleven con ustedes nada de dinero, ni bolso de viaje, ni un par de sandalias de repuesto; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saludéis° en el camino.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; ni saludéis a nadie por el camino.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 10:4
13 Referencias Cruzadas  

Cuando le sirvieron de comer, el criado dijo: ―No comeré hasta haberos dicho lo que tengo que decir. ―Habla con toda confianza —respondió Labán.


―No me detengáis —repuso el criado—. El Señor ha prosperado mi viaje, así que dejadme ir a la casa de mi amo.


Entonces hizo aparejar la burra y le ordenó al criado: ―¡Anda, vamos! No te detengas hasta que te lo diga.


Eliseo le ordenó a Guiezi: ―Arréglate la ropa, toma mi bastón y ponte en camino. Si te encuentras con alguien, no lo saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Y, cuando llegues, coloca el bastón sobre la cara del niño.


Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti.


Reunió a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos.


Luego Jesús dijo a todos: ―Cuando os envié sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso os faltó algo? ―Nada —respondieron.


Más tarde, David le preguntó a Ajimélec: ―¿No tienes a mano una lanza o una espada? Tan urgente era el encargo del rey que no alcancé a tomar mi espada ni mis otras armas.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos