«Esto —decía ella— es obra del Señor, que ahora ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los demás».
Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.
«¡Qué bondadoso es el Señor! —exclamó ella—. Me ha quitado la vergüenza de no tener hijos».
¡Qué no ha hecho por mí el Señor! Es ahora cuando quiso liberarme de mi vergüenza.
Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta° entre los hombres.
'Así lo ha hecho el Señor conmigo, cuando le ha parecido bien acabar con mi descrédito ante la gente'.