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Juan 11:39 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

39 ―Quitad la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó: ―Señor, ya debe de oler mal, pues lleva cuatro días allí.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

39 Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

39 «Corran la piedra a un lado», les dijo Jesús. Entonces Marta, la hermana del muerto, protestó: —Señor, hace cuatro días que murió. Debe haber un olor espantoso.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

39 Jesús ordenó: 'Quiten la piedra. Marta, hermana del muerto, le dijo: 'Señor, ya tiene mal olor, pues lleva cuatro días.

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La Biblia Textual 3a Edicion

39 Jesús dice: Quitad la piedra. Le dice Marta, la hermana del que había muerto: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

39 Dice Jesús: 'Quitad la losa'. Marta, la hermana del difunto, le dice: 'Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días'.

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Juan 11:39
11 Referencias Cruzadas  

―Entre vosotros yo soy un extranjero; no obstante, quiero pediros que me vendáis un sepulcro para enterrar a mi esposa.


Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás».


Como ovejas, están destinados al sepulcro; hacia allá los conduce la muerte. Sus cuerpos se pudrirán en el sepulcro, lejos de sus mansiones suntuosas. Por la mañana los justos prevalecerán sobre ellos.


Nadie puede salvar a nadie, ni pagarle a Dios rescate por la vida.


Nadie vive para siempre sin llegar a ver la fosa.


Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?»


A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.


»Ciertamente David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados, y su cuerpo sufrió la corrupción.


No dejarás que mi vida termine en el sepulcro; no permitirás que tu santo sufra corrupción.


Para estos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquellos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?


Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.


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