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Josué 5:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 Luego el Señor le dijo a Josué: «Hoy os he quitado de encima el oprobio de Egipto». Por esa razón, aquel lugar se llama Guilgal hasta el día de hoy.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Luego el Señor le dijo a Josué: «Hoy he hecho que la vergüenza de su esclavitud en Egipto salga rodando como una piedra». Por eso, ese lugar se llama Gilgal hasta el día de hoy.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Yavé dijo entonces a Josué: 'Hoy he lanzado lejos de ustedes la vergüenza de Egipto'. Por eso dieron a ese lugar el nombre que tiene todavía: Guilgal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Entonces dijo YHVH a Josué: Hoy he hecho rodar de sobre vosotros el oprobio de Egipto. Y el nombre de aquel lugar se llamó Gilgal° hasta este día.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Entonces dijo Yahveh a Josué: 'Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto'. Y por eso aquel lugar se llama Guilgal hasta el día de hoy.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y Jehová dijo a Josué: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto: por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy.

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Josué 5:9
21 Referencias Cruzadas  

―Nosotros no podemos hacer algo así —les explicaron—. Sería una vergüenza para todos nosotros entregarle nuestra hermana a un hombre que no está circuncidado.


de modo que el rey emprendió el viaje y llegó hasta el Jordán. Los de Judá se dirigieron entonces a Guilgal para encontrarse con el rey y acompañarlo a cruzar el río.


y Bet Guilgal, así como de los campos de Gueba y de Azmávet, ya que los cantores se habían construido aldeas alrededor de Jerusalén.


Líbrame del oprobio que me aterra, porque tus juicios son buenos.


»Vienen días —afirma el Señor— en que castigaré al que haya sido circuncidado solo del prepucio:


Desde jóvenes se dejaron manosear los senos; en Egipto se prostituyeron y dejaron que les acariciaran sus pechos virginales.


Jamás abandonó la prostitución que había comenzado a practicar en Egipto. Desde su juventud, fueron muchos los que se acostaron con ella; fueron muchos los que acariciaron sus pechos virginales y se apasionaron con ella.


»Si tú, Israel, te prostituyes, ¡que no resulte culpable Judá! »No vayáis a Guilgal ni subáis a Bet Avén, ni juréis: “¡Por la vida del Señor!”


«Saca al blasfemo fuera del campamento. Quienes lo hayan oído impondrán las manos sobre su cabeza, y toda la asamblea lo apedreará.


Pero no acudáis a Betel, ni vayáis a Guilgal, ni paséis a Berseba, porque Guilgal será llevada cautiva, y Betel, reducida a la nada».


Recuerda, pueblo mío, lo que tramaba Balac, rey de Moab, y lo que le respondió Balán hijo de Beor. Recuerda tu paso desde Sitín hasta Guilgal, y reconoce las hazañas redentoras del Señor».


«He oído los insultos de Moab y las burlas de los amonitas, que injuriaron a mi pueblo y se mostraron arrogantes contra su territorio.


»Por lo tanto, ahora vosotros entregaos al Señor y servidle fielmente. Deshaceos de los dioses que vuestros antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates y en Egipto, y servid solo al Señor.


Así, el día diez del mes primero, el pueblo de Israel cruzó el Jordán y acampó en Guilgal, al este de Jericó.


Una vez que todos fueron circuncidados, permanecieron en el campamento hasta que se recuperaron.


Así que Jonatán le dijo a su escudero: ―Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el Señor nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos.


David preguntó a los que estaban con él: ―¿Qué dicen que le darán a quien mate a ese filisteo y salve así el honor de Israel? ¿Quién se cree este filisteo pagano, que se atreve a desafiar al ejército del Dios viviente?


Si este tu siervo ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está desafiando al ejército del Dios viviente.


Todos los años recorría las ciudades de Betel, Guilgal y Mizpa, y atendía los asuntos del país en esas regiones.


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