Génesis 2:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

⁴ Esta es la historia de la creación de los cielos y la tierra. Cuando Dios el Señor hizo la tierra y los cielos,

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Este es el relato de la creación de los cielos y la tierra. Cuando el Señor Dios hizo la tierra y los cielos,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Este es el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Tales son los orígenes de los cielos y la tierra cuando fueron creados. El día en que YHVH° ’Elohim hizo tierra y cielos°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Así se originaron el cielo y la tierra cuando fueron creados. Cuando Yahveh-Dios hizo la tierra y el cielo,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁴ Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,

Génesis 2:4 Referencias Cruzadas

Génesis 1:1

Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.

Génesis 1:28

y los bendijo con estas palabras: «Sed fructíferos y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; dominad a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo».

Génesis 1:3

Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!» Y la luz llegó a existir.

Génesis 1:31

Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno. Y vino la noche, y llegó la mañana: ese fue el sexto día.

Génesis 1:4

Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas.

Génesis 10:1

Esta es la historia de Sem, Cam y Jafet, hijos de Noé, quienes después del diluvio tuvieron sus propios hijos.

Génesis 11:10

Esta es la historia de Sem: Dos años después del diluvio, cuando Sem tenía cien años, nació su hijo Arfaxad.

Génesis 2:3

Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora.

Génesis 25:12

Esta es la descendencia de Ismael, el hijo que Abraham tuvo con Agar, la criada egipcia de Sara.

Génesis 25:19

Esta es la historia de Isaac, el hijo que tuvo Abraham.

Génesis 36:1

Estos son los descendientes de Esaú, o sea, Edom.

Génesis 36:9

Estos son los descendientes de Esaú, padre de los edomitas, que habitaron en la región montañosa de Seír.

Génesis 5:1

Esta es la lista de los descendientes de Adán. Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo.

1 Reyes 18:39

Cuando vieron esto, todos se postraron y exclamaron: «¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!»

2 Crónicas 20:6

y dijo: «Señor, Dios de nuestros antepasados, ¿no eres tú el Dios del cielo, y el que gobierna sobre todas las naciones? ¡Es tal tu fuerza y tu poder que no hay quien pueda resistirte!

Job 38:28

¿Acaso la lluvia tiene padre? ¿Ha engendrado alguien las gotas de rocío?

Job 38:4

»¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra? ¡Dímelo, si de veras sabes tanto!

Salmos 18:31

¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios?

Salmos 86:10

Porque tú eres grande y haces maravillas; ¡solo tú eres Dios!

Éxodo 15:3

El Señor es un guerrero; su nombre es el Señor.

Éxodo 6:16

Según los registros familiares, estos son los nombres de los hijos de Leví, quien vivió ciento treinta y siete años: Guersón, Coat y Merari.

Isaías 44:6

»Así dice el Señor, el Señor Todopoderoso, rey y redentor de Israel: “Yo soy el primero y el último; fuera de mí no hay otro dios.

Apocalipsis 1:4

Yo, Juan, escribo a las siete iglesias que están en la provincia de Asia: Gracia y paz a vosotros de parte de aquel que es y que era y que ha de venir; y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono;

Apocalipsis 1:8

«Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso».

Apocalipsis 11:17

diciendo: «Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras, te damos gracias porque has asumido tu gran poder y has comenzado a reinar.

Apocalipsis 16:5

Oí que el ángel de las aguas decía: «Justo eres tú, el Santo, que eres y que eras, porque juzgas así: