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Éxodo 17:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 así que altercaron con Moisés. ―Danos agua para beber —le exigieron. ―¿Por qué peleáis conmigo? —se defendió Moisés—. ¿Por qué provocáis al Señor?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Así que el pueblo volvió a quejarse contra Moisés: —¡Danos agua para beber! —reclamaron. —¡Cállense! —respondió Moisés—. ¿Por qué se quejan contra mí? ¿Por qué ponen a prueba al Señor?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Le reclamaron a Moisés, diciendo: 'Danos agua para beber. Moisés les contestó: '¿Por qué me reclaman ustedes a mí?, ¿por qué tientan a Yavé?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y disputó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué disputáis conmigo? ¿Por qué tentáis a YHVH?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Entonces se querelló el pueblo contra Moisés, diciendo: 'Danos agua para que bebamos'. Moisés les respondió: '¿Por qué os querelláis contra mí? ¿Por qué tentáis a Yahveh?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?

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Éxodo 17:2
32 Referencias Cruzadas  

Pero muy pronto olvidaron sus acciones y no esperaron a conocer sus planes.


En el desierto cedieron a sus propios deseos; en los páramos pusieron a prueba a Dios.


Con toda intención pusieron a Dios a prueba, y le exigieron comida a su antojo.


Una y otra vez ponían a Dios a prueba; provocaban al Santo de Israel.


Pero ellos pusieron a prueba a Dios: se rebelaron contra el Altísimo y desobedecieron sus estatutos.


no endurezcáis el corazón, como en Meribá, como aquel día en Masá, en el desierto,


cuando vuestros antepasados me tentaron, cuando me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras.


Comenzaron entonces a murmurar en contra de Moisés, y preguntaban: «¿Qué vamos a beber?»


Y añadió Moisés: ―Esta tarde el Señor os dará a comer carne, y mañana os saciará de pan, pues ya os oyó murmurar contra él. Porque ¿quiénes somos nosotros? ¡Vosotros no estáis murmurando contra nosotros, sino contra el Señor!


Además, a ese lugar lo llamó Masá, y también Meribá, porque los israelitas habían altercado con él y provocado al Señor al decir: «¿Está o no está el Señor entre nosotros?»


les dijeron: «¡Que el Señor os examine y os juzgue! ¡Por vuestra culpa somos unos apestados ante el faraón y sus siervos! ¡Vosotros mismos les habéis puesto la espada en la mano, para que nos maten!»


Pero Acaz respondió: ―No pondré a prueba al Señor, ni le pediré nada.


si nos toca llamar dichosos a los soberbios, y los que hacen lo malo no solo prosperan, sino que incluso desafían a Dios y se salen con la suya?”»


En sus murmuraciones contra Moisés y Aarón, la comunidad decía: «¡Cómo quisiéramos haber muerto en Egipto! ¡Más nos valdría morir en este desierto!


que, aunque vieron mi gloria y las maravillas que hice en Egipto y en el desierto, ninguno de los que me desobedecieron y me pusieron a prueba repetidas veces


y comenzaron a hablar contra Dios y contra Moisés: ―¿Para qué nos trajisteis vosotros de Egipto a morir en este desierto? ¡Aquí no hay pan ni agua! ¡Ya estamos hartos de esta pésima comida!


―También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús.


El menor de ellos le dijo a su padre: “Papá, dame lo que me toca de la herencia”. Así que el padre repartió sus bienes entre los dos.


―También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le replicó Jesús.


Entonces, ¿por qué tratáis ahora de provocar a Dios poniendo sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar?


―¿Por qué os pusisteis de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? —le recriminó Pedro—. ¡Mira! Los que sepultaron a tu esposo acaban de regresar y ahora te llevarán a ti.


Tampoco pongamos a prueba al Señor, como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes.


»No pongas a prueba al Señor tu Dios, como hiciste en Masá.


»En Taberá, en Masá y en Quibrot Hatavá provocasteis también la indignación del Señor,


Allí vuestros antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años.


Cuando le dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor,


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