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Ester 1:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

2 estableció su trono real en la ciudadela de Susa.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

2 que en aquellos días, cuando fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual estaba en Susa capital del reino,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 En esa época, Jerjes gobernaba su imperio desde el trono real, ubicado en la fortaleza de Susa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 su trono real estaba por ese entonces en la fortaleza de Susa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 cuando el rey Asuero ya se había sentado en el trono de su reino, que estaba en Susa, en la ciudadela,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 que en aquellos días, mientras el rey Asuero se sentaba en su trono real, en la ciudadela de Susa,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 que en aquellos días, cuando el rey Asuero fue afirmado en el trono de su reino, el cual estaba en Susán, capital del reino,

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Ester 1:2
10 Referencias Cruzadas  

Una vez que el rey David se hubo establecido en su palacio, el Señor le dio descanso de todos los enemigos que lo rodeaban.


Además, Salomón se ha sentado en el trono real,


Estas son las palabras de Nehemías hijo de Jacalías: En el mes de quisleu del año veinte, estando yo en la ciudadela de Susa,


Que nombre el rey para cada provincia de su reino delegados que reúnan a todas esas jóvenes hermosas en el harén de la ciudadela de Susa. Que sean puestas bajo el cuidado de Jegay, el eunuco encargado de las mujeres del rey, y que se les dé un tratamiento de belleza.


En la ciudadela de Susa vivía un judío de la tribu de Benjamín, llamado Mardoqueo hijo de Yaír, hijo de Simí, hijo de Quis,


Los mensajeros partieron de inmediato por orden del rey, y a la vez se publicó el edicto en la ciudadela de Susa. Luego el rey y Amán se sentaron a beber, mientras que en la ciudad de Susa reinaba la confusión.


«Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no comáis ni bebáis, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que vosotros. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si perezco, que perezca!»


Yo, Nabucodonosor, estaba en mi palacio, feliz y lleno de prosperidad,


En ella, me veía en la ciudadela de Susa, en la provincia de Elam, junto al río Ulay.


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