Esto hizo que el rey Belsasar se asustara y palideciera más todavía. Los nobles, por su parte, se hallaban confundidos.
Entonces el rey Belsasar se turbó sobremanera, y palideció, y sus príncipes estaban perplejos.
Así que el rey se asustó aún más y se puso pálido. Sus nobles también estaban perturbados.
El rey Belsasar se espantó más aún, estaba ya sin colores y sus altos funcionarios estaban muy asustados.
Entonces el rey Baltasar se horrorizó, se le mudó el color del rostro y sus magnates quedaron consternados.