Isboset no se atrevió a responderle a Abner ni una sola palabra, pues le tenía miedo.
Y él no pudo responder palabra a Abner, porque le temía.
Is-boset no se atrevió a decir ni una sola palabra más, porque tenía miedo de lo que Abner pudiera hacer.
Isbaal no se atrevió a contestarle una palabra a Abner porque le tenía miedo.
Y él no pudo responder a Abner porque le temía.
Y no pudo Isbaal replicar a Abner, porque le temía.