Al mirar hacia atrás, Abner preguntó: ―¿Acaso no eres tú, Asael? ―¡Claro que sí! —respondió.
Y miró atrás Abner, y dijo: ¿No eres tú Asael? Y él respondió: Sí.
Cuando Abner se dio vuelta y lo vio venir, le gritó: —¿Eres tú, Asael? —Sí, soy yo —le contestó.
Abner se dio vuelta y le dijo: '¿Eres tú Azael?' Respondió: 'Sí, yo soy'.
Abner, volviéndose, le dijo: ¿Eres Asael? Y le respondió: Sí, soy yo.
Abner miró hacia atrás y le dijo: '¿Eres tú Asael?'. Y éste respondió: 'Sí; yo soy'.