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2 Corintios 1:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, Padre lleno de ternura, Dios del que viene todo consuelo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Mesías, Padre de las misericordias y Dios de toda consolación,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 ¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación,

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2 Corintios 1:3
26 Referencias Cruzadas  

¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!» Entonces Abram le dio el diezmo de todo.


Entonces David bendijo así al Señor en presencia de toda la asamblea: «¡Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre!


Y los levitas Jesúa, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías clamaron: «¡Vamos, bendecid al Señor vuestro Dios desde ahora y para siempre! ¡Bendito seas, Señor! ¡Sea exaltado tu glorioso nombre, que está por encima de toda bendición y alabanza!


Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!»


¡El Señor vive! ¡Alabada sea mi roca! ¡Exaltado sea Dios mi Salvador!


En tu santuario, oh Dios, eres imponente; ¡el Dios de Israel da poder y fuerza a su pueblo! ¡Bendito sea Dios!


Bendito sea por siempre su glorioso nombre; ¡que toda la tierra se llene de su gloria! Amén y amén.


Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.


Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan.


Como madre que consuela a su hijo, así yo os consolaré a vosotros; en Jerusalén seréis consolados».


Pasado ese tiempo yo, Nabucodonosor, elevé los ojos al cielo, y recobré el juicio. Entonces alabé al Altísimo; honré y glorifiqué al que vive para siempre: Su dominio es eterno; su reino permanece para siempre.


Pero, aun cuando nos hemos rebelado contra ti, tú, Señor nuestro, eres un Dios compasivo y perdonador.


¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar.


―Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es vuestro Padre; a mi Dios, que es vuestro Dios”.


El Dios y Padre del Señor Jesús (¡sea por siempre alabado!) sabe que no miento.


Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,


Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, os dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcáis mejor.


Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.


y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.


Siempre que oramos por vosotros, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo,


¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva


Me alegré muchísimo de encontrarme con algunos de vosotros que estáis practicando la verdad, según el mandamiento que nos dio el Padre.


Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.


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