Salmos 106:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Ordenó al mar Rojo que se secara y condujo a Israel a través del mar como si fuera un desierto.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁹ Reprendió al Mar Rojo y lo secó, Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ Increpó al Mar Rojo y se secó, los condujo por el fondo como en el desierto.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Reprendió al Mar Rojo y quedó seco, Y los hizo pasar por las profundidades, como por un desierto.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Increpó al mar Rojo y quedó enjuto, los guió por el abismo igual que por desierto,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁹ Y reprendió al Mar Rojo, y lo secó; y les llevó por el abismo, como por un desierto.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁹ El Mar de los Juncos quedó seco cuando oyó tu reprensión; tú hiciste que nuestros abuelos cruzaran el fondo del mar como si cruzaran el desierto.

Salmos 106:9 Referencias Cruzadas

Nehemías 9:11

¡Dividiste el mar para que tu pueblo pudiera cruzarlo por tierra seca! Luego arrojaste a sus perseguidores a las profundidades del mar. Se hundieron como piedras en aguas turbulentas.

Salmos 18:15

Luego, a tu orden, oh Señor, a la ráfaga de tu aliento, pudo verse el fondo del mar, y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto.

Salmos 66:6

Abrió un camino seco a través del mar Rojo, y su pueblo cruzó a pie. Allí nos alegramos en él.

Salmos 78:13

Partió en dos el mar y los guio a cruzarlo ¡mientras sostenía las aguas como si fueran una pared!

Isaías 50:2

¿Por qué no había nadie cuando vine? ¿Por qué nadie respondió cuando llamé? ¿Se debe a que no tengo poder para rescatar? ¡No, no es esa la razón! ¡Pues yo puedo hablarle al mar y hacer que se seque! Puedo convertir los ríos en desiertos llenos de peces muertos.

Isaías 51:10

¿Acaso no eres el mismo hoy, el que secó el mar, haciendo un camino en las profundidades para que tu pueblo pudiera escapar y cruzar al otro lado?

Nahúm 1:4

Él da la orden y los océanos se secan y los ríos desaparecen. Los buenos pastizales de Basán y el Carmelo pierden su verdor, y los frondosos bosques del Líbano se marchitan.

Mateo 8:26

—¿Por qué tienen miedo? —preguntó Jesús—. ¡Tienen tan poca fe! Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma.