Romanos 11:32 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³² Pues Dios encarceló a todos en la desobediencia para poder tener misericordia de todos.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³² Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Así Dios hizo pasar a todos por la desobediencia, a fin de mostrar a todos su misericordia.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² Porque a todos encerró Dios en desobediencia, para tener° misericordia de todos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² Pues Dios incluyó a todos por igual en la desobediencia, a fin de tener misericordia de todos.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³² Porque Dios encerró a todos en incredulidad, para tener misericordia de todos.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³² Pues Dios hizo que todos fueran desobedientes, para así tenerles compasión a todos.

Romanos 11:32 Referencias Cruzadas

Juan 1:7

para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio.

Juan 12:32

Y, cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí».

Romanos 11:31

Ahora ellos son los rebeldes y a ustedes Dios les mostró su misericordia para que ellos también participen de la misericordia de Dios.

Romanos 3:22

Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.

Romanos 3:9

Ahora bien, ¿llegamos a la conclusión de que los judíos somos mejores que los demás? ¡Para nada! Tal como acabamos de demostrar, todos —sean judíos o gentiles— están bajo el poder del pecado.

Romanos 5:19

Por uno solo que desobedeció a Dios, muchos pasaron a ser pecadores; pero por uno solo que obedeció a Dios, muchos serán declarados justos.

Gálatas 3:22

pero las Escrituras declaran que todos somos prisioneros del pecado, así que recibimos la promesa de libertad que Dios hizo únicamente por creer en Jesucristo.

Gálatas 3:23

Antes de que se nos abriera el camino de la fe en Cristo, estábamos vigilados por la ley. Nos mantuvo en custodia protectora, por así decirlo, hasta que fuera revelado el camino de la fe.