Proverbios 27:3 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Una piedra es pesada, y la arena también, pero el resentimiento causado por el necio es aún más pesado.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³ Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ La piedra es pesada y la arena cansadora para caminar; más pesados todavía son los rencores del insensato.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Pesada es la piedra, carga gravosa la arena, Pero la provocación del necio es más pesada que ambas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Pesada es la piedra y grave la arena, pero más aún la ira que provoca el necio.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³ Pesada es la piedra, y la arena pesa; mas la ira del necio es más pesada que ambas.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³ Las piedras son pesadas, y la arena también, pero aún más pesado es el enojo del necio.

Proverbios 27:3 Referencias Cruzadas

Génesis 49:7

Maldito sea su enojo, porque es feroz; maldita sea su ira, porque es cruel. Los esparciré entre los descendientes de Jacob; los dispersaré por todo Israel.

Job 5:2

Te aseguro que el resentimiento destruye al necio, y los celos matan al ingenuo.

Proverbios 12:16

Un necio se enoja enseguida, pero una persona sabia mantiene la calma cuando la insultan.

Proverbios 17:12

Es menos peligroso toparse con una osa a la que le han robado sus crías que enfrentar a un necio en plena necedad.

Proverbios 27:2

Que te alabe otro y no tu propia boca; que lo haga un desconocido, no tus propios labios.

Proverbios 27:4

El enojo es cruel, y la ira es como una inundación, pero los celos son aún más peligrosos.

Daniel 3:19

Entonces Nabucodonosor se enfureció tanto con Sadrac, Mesac y Abed-nego que el rostro se le desfiguró a causa de la ira. Mandó calentar el horno siete veces más de lo habitual.

Números 22:27

Esta vez cuando la burra vio al ángel, se echó al suelo con Balaam encima. Entonces Balaam, furioso, volvió a golpear al animal con su vara.

1 Juan 3:12

No debemos ser como Caín, quien pertenecía al maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque Caín hacía lo malo y su hermano lo recto.