Proverbios 20:30 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ El castigo físico limpia la maldad; semejante disciplina purifica el corazón.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Los azotes que hieren son medicina para el malo, Y el castigo purifica el corazón.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ La herida que sangra evita la infección; los golpes curan el mal interior.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ Las heridas y las llagas drenan el mal, Y los golpes llegan a lo íntimo del corazón.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ Las huellas del azote purifican la intención; los golpes, el fondo del corazón.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁰ Lo amoratado de las heridas purifican del mal; y las llagas llegan a lo más recóndito del vientre.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁰ Con golpes y con azotes se corrigen los malos pensamientos.

Proverbios 20:30 Referencias Cruzadas

Salmos 89:32

entonces castigaré su pecado con vara y su desobediencia con azotes.

Proverbios 19:25

Si castigas al burlón, los ingenuos aprenderán una lección; si corriges al sabio, será aún más sabio.

Proverbios 22:15

El corazón del muchacho está lleno de necedad, pero la disciplina física la alejará de él.

Proverbios 27:6

Las heridas de un amigo sincero son mejores que muchos besos de un enemigo.

Isaías 27:9

El Señor lo hizo para purificar a Israel de su perversidad, para quitarle todo su pecado. Como resultado, todos los altares paganos serán reducidos a polvo. No quedará en pie ningún poste dedicado a la diosa Asera ni ningún santuario pagano.

Isaías 53:5

Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados.

Hebreos 12:10

Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad.

1 Pedro 2:24

Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, ustedes son sanados.