Lucas 8:34 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁴ Cuando los que cuidaban los cerdos vieron lo sucedido, huyeron a la ciudad cercana y sus alrededores, difundiendo la noticia mientras corrían.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁴ Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁴ Al ver los cuidadores lo que había ocurrido, huyeron y llevaron la noticia a la ciudad y a los campos.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁴ Al ver lo sucedido, los que los apacentaban° huyeron y lo refirieron en la ciudad y por las alquerías.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁴ Cuando los porqueros vieron lo que había sucedido, salieron huyendo y llevaron la noticia a la ciudad y a los caseríos.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁴ Y cuando los que los apacentaban, vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁴ Cuando los hombres que cuidaban los cerdos vieron lo que había pasado, corrieron al pueblo y les contaron a todos lo sucedido.

Lucas 8:34 Referencias Cruzadas

Mateo 28:11

Mientras las mujeres estaban en camino, algunos de los guardias entraron en la ciudad y les contaron a los principales sacerdotes lo que había sucedido.

Mateo 8:33

Los hombres que cuidaban los cerdos huyeron a la ciudad cercana y contaron a todos lo que había sucedido con los endemoniados.

Marcos 5:14

Los hombres que cuidaban los cerdos huyeron a la ciudad cercana y sus alrededores, difundiendo la noticia mientras corrían. La gente salió corriendo para ver lo que había pasado.

Lucas 8:33

Así que los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y toda la manada se lanzó al lago por el precipicio y se ahogó.

Lucas 8:35

La gente salió corriendo para ver lo que había pasado. Pronto una multitud se juntó alrededor de Jesús, y todos vieron al hombre liberado de los demonios. Estaba sentado a los pies de Jesús, completamente vestido y en su sano juicio, y todos tuvieron miedo.