Juan 4:29 - Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁹ «¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será este el Mesías?».

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁹ Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁹ Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Cristo?

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁹ ¡Venid! ¡Ved a un hombre que me dijo todo lo que hice! ¿No será éste el Ungido?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁹ 'Venid a ver a un hombre que ha adivinado todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁹ Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo?

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁹ «Vengan a ver a un hombre que sabe todo lo que he hecho en la vida. ¡Podría ser el Mesías!»

Juan 4:29 Referencias Cruzadas

Mateo 12:23

La multitud quedó llena de asombro, y preguntaba: «¿Será posible que Jesús sea el Hijo de David, el Mesías?».

Juan 4:25

La mujer dijo: —Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas.

Juan 4:28

La mujer dejó su cántaro junto al pozo y volvió corriendo a la aldea mientras les decía a todos:

Juan 4:30

Así que la gente salió de la aldea para verlo.

Juan 4:39

Muchos samaritanos de esa aldea creyeron en Jesús, porque la mujer había dicho: «¡Él me dijo todo lo que hice en mi vida!».

Juan 7:26

Sin embargo, está aquí hablando en público, y nadie le dice nada. ¿Será que nuestros líderes ahora creen que es el Mesías?

Juan 7:31

De las multitudes presentes en el templo, muchos creyeron en él. «Después de todo —decían—, ¿acaso esperan que el Mesías haga más señales milagrosas que las que hizo este hombre?».

Apocalipsis 22:17

El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan. Todo aquel que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida.

1 Samuel 9:19

—¡Yo soy el vidente! —contestó Samuel—. Sube al lugar de adoración delante de mí. Allí comeremos juntos; en la mañana te diré lo que quieres saber y te enviaré de regreso.