Jeremías 31:35 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ Es el Señor quien provee el sol para alumbrar el día y la luna y las estrellas para alumbrar la noche, y agita el mar y hace olas rugientes. Su nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales, y esto es lo que dice:

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ Así se expresa Yavé, que ha puesto el sol para alumbrar el día, la luna y las estrellas para iluminar la noche, que agita el mar y hace bramar sus olas, y que se llama Yavé de los Ejércitos:

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Así dice YHVH, Que estableció el sol para alumbrar el día, Y las leyes de la luna y de las estrellas para alumbrar de noche; Que aterroriza el mar, Y se ponen en consternación sus olas: ¡YHVH Sebaot es su nombre!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ Así dice Yahveh, que coloca el sol para lucir de día, las leyes de la luna y las estrellas para lucir de noche, que agita el mar y braman sus olas, Yahveh Sebaot en su nombre:

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁵ Así dice Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte el mar y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre:

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁵ El Dios todopoderoso dice: «Yo hago que el sol alumbre de día, y que la luna y las estrellas alumbren de noche. Yo hago que ruja el mar y que se agiten las olas. ¡Yo soy el Dios de Israel!

Jeremías 31:35 Referencias Cruzadas

Job 26:12

El mar se calmó por su poder; con su destreza aplastó al gran monstruo marino.

Job 38:33

¿Conoces las leyes del universo? ¿Puedes usarlas para regular la tierra?

Salmos 106:9

Ordenó al mar Rojo que se secara y condujo a Israel a través del mar como si fuera un desierto.

Salmos 119:89

Tu eterna palabra, oh Señor, se mantiene firme en el cielo.

Salmos 119:91

Tus ordenanzas siguen siendo verdad hasta el día de hoy, porque todo está al servicio de tus planes.

Salmos 148:6

Puso todo lo creado en su lugar por siempre y para siempre. Su decreto jamás será revocado.

Salmos 72:17

Que el nombre del rey permanezca para siempre; que se perpetúe mientras el sol brille. Que todas las naciones sean bendecidas por medio de él, y lo elogien.

Salmos 72:5

Que te teman mientras el sol brille y mientras la luna permanezca en el cielo; ¡sí, para siempre!

Salmos 74:13

Dividiste el mar con tu fuerza y les rompiste la cabeza a los monstruos marinos.

Salmos 74:16

Tanto el día como la noche te pertenecen; tú creaste el sol y la luz de las estrellas.

Salmos 78:13

Partió en dos el mar y los guio a cruzarlo ¡mientras sostenía las aguas como si fueran una pared!

Salmos 89:2

Tu amor inagotable durará para siempre; tu fidelidad es tan perdurable como los cielos.

Isaías 48:2

aunque te llamas a ti misma la ciudad santa y dices que confías en el Dios de Israel, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales.

Isaías 51:15

Pues yo soy el Señor tu Dios, que agito el mar haciendo que rujan las olas. Mi nombre es Señor de los Ejércitos Celestiales.

Isaías 54:5

Pues tu Creador será tu marido; ¡el Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre! Él es tu Redentor, el Santo de Israel, el Dios de toda la tierra.

Isaías 63:12

¿Dónde está aquel que manifestó su poder cuando Moisés levantó su mano, el que dividió el mar delante de ellos y se hizo famoso para siempre?

Jeremías 10:16

¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido Israel, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!

Jeremías 32:18

Muestras un amor inagotable a miles, pero también haces recaer las consecuencias del pecado de una generación sobre la siguiente. Tú eres el Dios grande y poderoso, el Señor de los Ejércitos Celestiales.

Jeremías 33:20

«Esto dice el Señor: si ustedes pudieran romper mi pacto con el día y con la noche de modo que uno no siguiera al otro,

Jeremías 33:25

Sin embargo, esto dice el Señor: así como no cambiaría las leyes que gobiernan el día y la noche, la tierra y el cielo, así tampoco rechazaré a mi pueblo.

Jeremías 33:26

Nunca abandonaré a los descendientes de Jacob o de mi siervo David ni cambiaré el plan de que los descendientes de David gobiernen a los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob. En cambio, yo los restauraré a su tierra y tendré misericordia de ellos».

Jeremías 46:18

»Tan cierto como que yo vivo —dice el Rey, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales—, ¡alguien viene contra Egipto que es tan alto como el monte Tabor o como el monte Carmelo junto al mar!

Jeremías 5:22

¿No me tienes respeto? ¿Por qué no tiemblas en mi presencia? Yo, el Señor, con la arena defino el límite del océano como frontera eterna que las aguas no pueden cruzar. Las olas pueden agitarse y rugir, pero nunca podrán pasar los límites que establecí.

Jeremías 50:34

Pero el que los redime es fuerte. Su nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales. Él los defenderá y nuevamente les dará descanso en Israel. ¡Pero para la gente de Babilonia no habrá descanso!

Jeremías 51:19

¡Pero el Dios de Israel no es ningún ídolo! Él es el Creador de todo lo que existe, incluido su pueblo, su posesión más preciada. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales es su nombre!

Oseas 13:14

»¿Debo rescatarlos de la tumba? ¿Debo redimirlos de la muerte? ¡Oh muerte, haz salir tus horrores! ¡Tumba, desata tus plagas! Ya no les tendré compasión.

Amós 9:8

»Yo, el Señor Soberano, estoy vigilando a esta nación pecaminosa de Israel y la destruiré de la faz de la tierra. Sin embargo, nunca destruiré por completo a la familia de Israel —dice el Señor—.

Mateo 5:45

De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.

Deuteronomio 4:19

Además, cuando miren hacia los cielos y vean el sol, la luna y las estrellas —todas las fuerzas del cielo—, no caigan en la tentación de rendirles culto. El Señor su Dios se los dio a todos los pueblos de la tierra.