Isaías 51:12 - Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² «Yo, sí, yo soy quien te consuela. Entonces, ¿por qué les temes a simples seres humanos que se marchitan como la hierba y desaparecen?

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹² Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² Yo, yo soy el que te consuela. ¿Por qué tienes miedo a los hombres que mueren, a un hijo de hombre que desaparecerá como el pasto?

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² Yo, Yo soy quien os consuela, ¿Quién eres tú para que temas al mortal; A hombres, que son como la hierba,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² Yo, yo soy quien os consuela. ¿Quién eres tú para que temas al hombre que muere, al hijo de hombre que como hierba es tratado?

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado?

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹² Dios dijo: «Soy yo mismo el que los anima. ¿Por qué le tienen miedo a simples seres humanos que no son más que hierba?

Isaías 51:12 Referencias Cruzadas

2 Reyes 1:15

Entonces el ángel del Señor dijo a Elías: «Desciende con él y no le tengas miedo». Así que Elías se levantó y fue con el capitán a ver al rey.

Salmos 118:6

El Señor está de mi parte, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?

Salmos 146:4

Ellos, al dar su último suspiro, vuelven al polvo, y todos sus planes mueren con ellos.

Salmos 92:7

aunque los malvados broten como maleza y los malhechores florezcan, serán destruidos para siempre.

Proverbios 29:26

Muchos buscan el favor del gobernante, pero la justicia proviene del Señor.

Isaías 12:2

Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria».

Isaías 2:22

No pongan su confianza en los simples humanos; son tan frágiles como el aliento. ¿Qué valor tienen?

Isaías 40:1

«Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice su Dios—.

Isaías 43:25

»Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos.

Isaías 49:13

¡Oh cielos, canten de alegría! ¡Oh tierra, gózate! ¡Oh montes, prorrumpan en cantos! Pues el Señor ha consolado a su pueblo y le tendrá compasión en medio de su sufrimiento.

Isaías 51:3

El Señor volverá a consolar a Israel y tendrá piedad de sus ruinas. Su desierto florecerá como el Edén, sus lugares desolados como el huerto del Señor. Allí se encontrarán gozo y alegría; los cantos de gratitud llenarán el aire.

Isaías 52:9

Que las ruinas de Jerusalén canten de alegría, porque el Señor ha consolado a su pueblo; ha redimido a Jerusalén.

Isaías 57:11

»¿Les tienen miedo a estos ídolos? ¿Les producen terror? ¿Por eso me han mentido y se han olvidado de mí y de mis palabras? ¿Será por mi largo silencio que ya no me temen?

Isaías 61:2

Él me ha enviado para anunciar a los que se lamentan que ha llegado el tiempo del favor del Señor junto con el día de la ira de Dios contra sus enemigos.

Isaías 66:13

Los consolaré allí, en Jerusalén, como una madre consuela a su hijo».

Isaías 8:12

«No llames conspiración a todo, como hacen ellos, ni vivas aterrorizado de lo que a ellos les da miedo.

Jeremías 38:19

—Pero tengo miedo de rendirme —dijo el rey—, porque los babilonios me pueden entregar a los judíos que desertaron para unirse a ellos. ¡Y quién sabe qué me harán!

Jeremías 41:18

porque tenían miedo de lo que harían los babilonios cuando se enteraran de que Ismael había matado a Gedalías, el gobernador designado por el rey babilónico.

Ezequiel 2:6

»Hijo de hombre, no tengas miedo ni de ellos ni de sus palabras. No temas, aunque sus amenazas te rodeen como ortigas, zarzas y escorpiones venenosos. No te desanimes por sus ceños fruncidos, por muy rebeldes que ellos sean.

Mateo 10:28

»No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.

Juan 14:18

No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes.

Hechos 9:31

La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número.

1 Pedro 1:24

Como dicen las Escrituras: «Los seres humanos son como la hierba, su belleza es como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita.

1 Samuel 15:24

Entonces Saúl le confesó a Samuel: —Es cierto, he pecado. He desobedecido tus instrucciones y el mandato del Señor, porque tuve miedo del pueblo y por eso hice lo que ellos me pidieron.

1 Samuel 17:11

Cuando Saúl y los israelitas lo escucharon, quedaron aterrados y profundamente perturbados.

1 Samuel 21:13

Así que se hizo pasar por loco, arañando las puertas y dejando que la saliva escurriera por su barba.