Daniel 3:30 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Luego el rey ascendió a Sadrac, Mesac y Abed-nego a puestos aún más altos en la provincia de Babilonia.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ No los hemos cumplido, no hemos hecho lo que tú nos mandaste para que tu bendición viniera sobre nosotros.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ Y el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ no los guardamos ni procedimos como nos mandaste para nuestro bien.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁰ Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

³⁰ Además, Nabucodonosor les dio a los tres jóvenes puestos aun más importantes en el gobierno de Babilonia.

Daniel 3:30 Referencias Cruzadas

Salmos 1:3

Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.

Salmos 91:14

El Señor dice: «Rescataré a los que me aman; protegeré a los que confían en mi nombre.

Daniel 1:7

El jefe del Estado Mayor les dio nuevos nombres babilónicos: A Daniel lo llamó Beltsasar. A Ananías lo llamó Sadrac. A Misael lo llamó Mesac. A Azarías lo llamó Abed-nego.

Daniel 2:49

A petición de Daniel, el rey puso a Sadrac, Mesac y Abed-nego a cargo de todos los asuntos de la provincia de Babilonia, mientras Daniel permaneció en la corte del rey.

Daniel 3:1

El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro que medía veintisiete metros de altura y dos metros y medio de ancho y la levantó sobre la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia.

Daniel 3:12

Pues hay algunos judíos —Sadrac, Mesac y Abed-nego— a los que usted puso a cargo de la provincia de Babilonia que no le prestan atención, su majestad. Se niegan a servir a los dioses de su majestad y no rinden culto a la estatua de oro que usted ha levantado».

Juan 12:26

Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.

Romanos 8:31

¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra?

1 Samuel 2:30

»Por lo tanto, el Señor, Dios de Israel, dice: prometí que los de tu rama de la tribu de Leví me servirían siempre como sacerdotes. Sin embargo, honraré a los que me honran y despreciaré a los que me menosprecian.