1 Corintios 3:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶ Yo planté la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁶ Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶ Yo planté, Apolo regó, pero el que hizo crecer fue Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶ Yo planté,° Apolos regó,° pero el crecimiento lo da Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶ Yo planté, Apolo regó; pero el crecimiento lo produjo Dios.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁶ Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁶ yo les anuncié a ustedes la buena noticia de Jesucristo, y Apolo les enseñó a seguir confiando en él, pero es Dios quien los ha hecho confiar más en Cristo.

1 Corintios 3:6 Referencias Cruzadas

Salmos 127:1

Si el Señor no construye la casa, el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo. Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada.

Salmos 62:11

Dios ha hablado con claridad, y yo lo he oído muchas veces: el poder, oh Dios, te pertenece a ti;

Salmos 62:9

La gente común no vale más que una bocanada de viento, y los poderosos no son lo que parecen ser; si se les pesa juntos en una balanza, ambos son más livianos que un soplo de aire.

Proverbios 11:25

El generoso prosperará, y el que reanima a otros será reanimado.

Isaías 61:11

El Señor Soberano mostrará su justicia a las naciones del mundo. ¡Todos lo alabarán! Su justicia será como un huerto a comienzos de la primavera, cuando brotan las plantas por todas partes.

Hechos 11:18

Cuando los demás oyeron esto, dejaron de oponerse y comenzaron a alabar a Dios. Dijeron: —Podemos ver que Dios también les ha dado a los gentiles el privilegio de arrepentirse de sus pecados y de recibir vida eterna.

Hechos 14:27

Una vez que llegaron a Antioquía, reunieron a la iglesia y le informaron todo lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo él también había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

Hechos 16:14

Una de ellas era Lidia, de la ciudad de Tiatira, una comerciante de tela púrpura muy costosa, quien adoraba a Dios. Mientras nos escuchaba, el Señor abrió su corazón y aceptó lo que Pablo decía.

Hechos 18:24

Mientras tanto, un judío llamado Apolos —un orador elocuente que conocía bien las Escrituras— llegó a Éfeso desde la ciudad de Alejandría, en Egipto.

Hechos 19:1

Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo viajó por las regiones del interior hasta que llegó a Éfeso, en la costa, donde encontró a varios creyentes.

Hechos 21:19

Después de saludarlos, Pablo dio un informe detallado de las cosas que Dios había realizado entre los gentiles mediante su ministerio.

Romanos 15:18

Sin embargo, no me atrevo a jactarme de nada, salvo de lo que Cristo ha hecho por medio de mí al llevar a los gentiles a Dios a través de mi mensaje y de la manera en que he trabajado entre ellos.

1 Corintios 1:12

Algunos de ustedes dicen: «Yo soy seguidor de Pablo». Otros dicen: «Yo sigo a Apolos» o «Yo sigo a Pedro», o «Yo sigo únicamente a Cristo».

1 Corintios 1:30

Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado.

1 Corintios 3:22

ya sea Pablo o Apolos o Pedro, o el mundo, o la vida y la muerte, o el presente y el futuro. Todo les pertenece a ustedes,

1 Corintios 3:7

No importa quién planta o quién riega; lo importante es que Dios hace crecer la semilla.

1 Corintios 9:1

¿Acaso no soy tan libre como cualquier otro? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor con mis propios ojos? ¿No es gracias a mi trabajo que ustedes pertenecen al Señor?

Efesios 3:17

Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes.

1 Tesalonicenses 1:5

Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad. Y ya saben de nuestra preocupación por ustedes por la forma en que nos comportamos entre ustedes.