Velad, pues, porque no sabéis cuándo llegará vuestro Señor.
Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.
»¡Así que ustedes también deben estar alerta!, porque no saben qué día vendrá su Señor.
Por eso estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor.
¡Velad, pues, porque no sabéis en cuál día viene vuestro Señor!
Velad, pues, porque no sabéis en qué día va a llegar vuestro Señor.