Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Corintios 1:9 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

9 Dios los eligió a ustedes para que compartan todo con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, y él siempre cumple su palabra. ¡Vivamos unidos!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Dios lo hará porque él es fiel para hacer lo que dice y los ha invitado a que tengan comunión con su Hijo, Jesucristo nuestro Señor.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Dios es fiel, el que los ha llamado a esta comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesús, el Mesías, Señor nuestro.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Fiel es Dios, que os ha llamado a la comunión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

Ver Capítulo Copiar




1 Corintios 1:9
43 Referencias Cruzadas  

El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.


Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste.


Cuando Dios rechazó a algunos judíos y los aceptó a ustedes en su lugar, ustedes llegaron a formar parte del pueblo de Dios, y así recibieron la vida eterna.


Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.


A los que él ya había elegido, los llamó; y a los que llamó también los aceptó; y a los que aceptó les dio un lugar de honor. Cuánto nos ama Dios


Y no le importó que fuéramos judíos o no lo fuéramos.


Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora son sabios; Dios los ha aceptado como parte del pueblo de Dios, y han recibido la vida eterna.


Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues él no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir.


En la Cena del Señor, cuando tomamos la copa y pedimos que Dios la bendiga, todos nosotros estamos participando de la sangre de Cristo. Y cuando partimos el pan, también participamos todos del cuerpo de Cristo.


Dios es testigo de que cumplimos nuestra palabra.


Pero Dios me amó mucho y, desde antes de nacer, me eligió para servirle. Además, me mostró quién era su Hijo, para que yo les anunciara a todos los países del mundo la buena noticia acerca de él. Cuando eso sucedió, no le pedí consejo a nadie,


En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.


Y el plan secreto es este: Por medio de Jesucristo, todos los que no son judíos también pueden recibir la salvación y las promesas dadas al pueblo de Israel, y formar con él un solo pueblo. Todo lo que tienen que hacer es aceptar esa buena noticia.


Ahora me alegro de sufrir por ustedes, pues así voy completando en mi propio cuerpo los sufrimientos del cuerpo de Cristo, que es la iglesia.


y también insistíamos en que vivieran como deben vivir los que son de Dios, los que han sido llamados a compartir su propio reino y poder.


Dios los llamó por medio de la buena noticia que les anunciamos, para que participen del poder y de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


Pero el Señor Jesucristo les dará una firme confianza y los protegerá del mal, porque él siempre cumple lo que dice.


Dios nos salvó y nos eligió para que seamos parte de su pueblo santo. No hicimos nada para merecerlo, sino que Dios, por su gran amor, así lo planeó. Dios ya nos amaba desde antes de crear el mundo, pues desde entonces ya pertenecíamos a Cristo Jesús.


Y aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel porque él jamás rompe su promesa. El sirviente aprobado


Sigamos confiando en que Dios nos salvará, y no dudemos ni un momento, porque él cumplirá lo que prometió.


Abraham confió en Dios y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo, Dios le dio fuerzas para tener un hijo. Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa de darle un hijo.


Y para poder ayudarlos tenía que hacerse igual a ellos. Por eso, por hacerse igual a todos nosotros, pudo ser un Jefe de Sacerdotes en quien se puede confiar, lleno de amor para servir a Dios. Además, por medio de su muerte logró que Dios nos perdonara nuestros pecados.


Hermanos, Dios los ha elegido a ustedes para que sean su pueblo especial. Por eso, pónganse a pensar seriamente en quién es Jesús: ¡Él es nuestro apóstol y nuestro Jefe de Sacerdotes!


Al principio, cuando confiamos en Cristo, nos hicimos compañeros suyos; y si no dejamos de confiar en él, seguiremos siendo sus compañeros siempre.


Ahora bien, como Dios no miente, su promesa y su juramento no pueden cambiar. Esto nos consuela, porque nosotros queremos que Dios nos proteja, y confiamos en que él nos dará lo prometido.


Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.


Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús.


Sabemos que estamos íntimamente unidos a Dios porque él nos ha dado su Espíritu.


Entonces vi el cielo abierto, y allí estaba un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque él era justo cuando gobernaba o cuando iba a la guerra.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos