1 Pedro 1:17 - Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ El Padre que invocan no hace diferencias entre personas, sino que juzga a cada uno según sus obras; tomen, pues, en serio estos años en que viven fuera de la patria.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ Recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos. Él los juzgará o los recompensará según lo que hagan. Así que tienen que vivir con un reverente temor de él durante su estadía aquí como «residentes temporales».

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ Y si invocáis por Padre al que juzga imparcialmente según la obra de cada uno, conducíos con temor todo el tiempo de vuestra peregrinación,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ Y si invocáis como Padre al que juzga imparcialmente a cada uno según sus obras, conducíos con temor en el tiempo de vuestra peregrinación,

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁷ Y si invocáis al Padre, que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁷ Dios es un juez que no tiene favoritos, y será él quien decida si merecemos ser castigados o premiados, según lo que cada uno de nosotros haya hecho. Así que, si ustedes dicen que Dios es su Padre, deben honrarlo en este mundo todos los días de su vida.

1 Pedro 1:17 Referencias Cruzadas

Génesis 47:9

Jacob respondió: 'Los años de mi peregrinación son ciento treinta. Pocos y malos han sido los días de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres durante su peregrinación.

1 Crónicas 29:15

Porque somos forasteros y huéspedes delante de ti como todos nuestros padres; nuestros días sobre la tierra pasan como sombras y no hay esperanza.

2 Crónicas 19:7

Que el temor a Yavé esté con ustedes. Cuiden bien lo que hacen, porque Yavé, nuestro Dios, no tolera que se hagan favores a uno más que a otro; no soporta a los jueces pervertidos ni a los que se dejan comprar con regalos.

Job 34:19

No toma el partido de los príncipes ni distingue entre el rico y el pobre, porque todos son obra de sus manos.

Salmos 39:12

Señor, escucha mi plegaria, presta oído a mis clamores, no permanezcas sordo a mis lágrimas, pues en tu casa soy un forastero y, como mis padres, peregrino.

Salmos 89:26

El me podrá invocar: '¡Tú eres mi Padre, mi Dios y la roca donde me refugio!'

Proverbios 14:16

El sabio teme el mal y se aparte de él, el tonto sigue adelante sin preocuparse.

Proverbios 28:14

Feliz el que nunca pierde el temor: el que endurece su conciencia caerá en la desgracia.

Jeremías 3:19

Y yo pensaba: '¡Cómo quisiera contarte entre mis hijos, darte como herencia un país maravilloso, que sobresalga entre todas las naciones!' Y añadí: 'Me llamarás 'Padre mío' y nunca más te apartarás de mí.

Sofonías 3:9

Sí, yo daré a los pueblos labios puros para que todos puedan invocar el Nombre de Yavé y servirlo también con un mismo celo.

Mateo 16:27

Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su conducta.

Mateo 22:16

Le enviaron, pues, discípulos suyos junto con algunos partidarios de Herodes a decirle: 'Maestro, sabemos que eres honrado y que enseñas con sinceridad el camino de Dios. No te preocupas por quién te escucha, ni te dejas influenciar por nadie.

Mateo 6:9

Ustedes, pues, recen así: Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre,

Romanos 11:20

Muy bien, no creyeron y fueron suprimidos, mientras que tú estás ahí gracias a la fe. Pero no seas orgulloso y vigila tus pasos.

2 Corintios 1:2

Reciban gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús, el Señor.

2 Corintios 5:6

Así, pues, nos sentimos seguros en cualquier circunstancia. Sabemos que vivir en el cuerpo es estar de viaje, lejos del Señor;'

2 Corintios 7:1

Teniendo, pues, tales promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de toda mancha del cuerpo y del espíritu, haciendo realidad la obra de nuestra santificación en el temor de Dios.

2 Corintios 7:11

Aquella tristeza era según Dios, y miren lo que ha producido en ustedes: ¡qué preocupación tan grande por mí y cuántas disculpas!, ¡qué indignación, temor, exigencias, y qué deseo de desagraviarme y hacerme justicia! En todo han demostrado que eran inocentes en este asunto.

Gálatas 2:6

En cuanto a los dirigentes de más consideración (lo que hayan sido antes no me importa, pues Dios no se fija en la condición de las personas), no me pidieron que hiciera marcha atrás.

Efesios 1:17

Que el Dios de Cristo Jesús nuestro Señor, el Padre que está en la gloria, se les manifieste dándoles espíritu de sabiduría para que lo puedan conocer.

Efesios 3:14

Pensando en todo esto, doblo las rodillas en presencia del Padre,

Efesios 6:9

Y ustedes, patrones, actúen con sus siervos de la misma manera y dejen a un lado las amenazas; tengan presente que ellos y ustedes tienen en el cielo un mismo Señor, y que ése no hace distinción de personas.

Deuteronomio 10:17

Porque Yavé es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, el Dios fuerte y terrible, el que da un trato igual a todos y no se deja comprar con regalos.

Filipenses 2:12

Por tanto, amadísimos míos, que siempre me han escuchado, sigan procurando su salvación con temor y temblor; y si lo hicieron cuando me tenían presente, háganlo más todavía cuando estoy lejos.

Colosenses 3:25

El que no cumple recibirá lo que merece su maldad, pues Dios no hará excepciones a favor de nadie.

Hebreos 12:28

Por eso, si hemos recibido el reino que no se puede conmover, conservemos esta gracia y sirvamos a Dios como él desea, con amor y de verdad,

Hebreos 4:1

Cuidémonos, pues; no sea que alguno de ustedes deje pasar esta oferta de entrar en el descanso de Dios y no lo alcance.

1 Pedro 2:11

Amados hermanos, por ser aquí extranjeros y forasteros, les ruego que se abstengan de los deseos carnales que hacen la guerra al alma.

1 Pedro 3:15

sino bendigan en sus corazones al Señor, a Cristo; estén siempre dispuestos para dar una respuesta a quien les pida cuenta de su esperanza,